Hold My Hand (HunHan)

Capítulo 92: Como hermanos.

[ S E H U N ]

Me tomé unos minutos para observar a Luhan que dormía. El sol había salido hace un rato y un poco de la luz se había filtrado por las cortinas. Una delgada fina de luz había caído sobre su frente haciendo que brille. Se veía hermoso.

Joder, Luhan era mío. El me había dado su virginidad a mí, ningún otro bastardo podría tener lo que el me dio. Lo peor de todo es que no merezco nada de lo que me da, así que intenté devolverle aquello tan especial como el abriéndole mi corazón y decir que lo quería. No había necesidad de mentir porque en serio lo quiero.

Me será imposible olvidar sus palabras "Fóllame, Sehun". ¿Hay algo más caliente que eso? Llevaba mucho tiempo queriendo dormir con él y pasó ayer. De lo único que me arrepiento es haber sido muy rudo con el. Es que, joder, estaba muy apretado. El estaba demasiado apretado y eso ejercía una presión muy deliciosa sobre sobre mi polla.

Siempre escuchaba hablar a Jongin y Chanyeol sobre esa mierda de querer a alguien y sentir la necesidad de protegerlo (a) todo el tiempo. Bueno, ahora lo entiendo, a pesar de que no sea un mandilón como ellos. Yo califico mi relación con Luhan como estable. Sí, estable, porque no pienso alejarme de él a corto plazo. Ni siquiera esa idea pasa por mi cabeza.

-Sehun... -balbuceo mientras dormía.

-¿Uhm?

-Tengo frío. -se pegó más a mí. -Tu estás calentito.

Se movió con suma lentitud y me abrazó, obviamente lo recibí con los brazos abiertos. No desaproveché la oportunidad de acariciar su trasero, también lo estrujé un poco teniendo cuidado de no hacerle doler.

-Tu mano... -murmuró un poco más despierto.

-¿Qué pasa con ella?

-Está en mi trasero.

-Ya lo sé. -sonreí como un idiota.

Su mano dejó mi cintura y bajó hasta mí entrepierna haciéndome sobre saltar. Apretó levemente y lo vi, tenía una sonrisa a pesar de tener los ojos cerrados.

-Luhan...

-¿Uhm?

-Tu mano está en mi polla.

-Ya lo sé. -la movió de arriba hacia abajo con mucha suavidad. Tragué saliva y quité su mano de allí antes de que sea demasiado tarde.

-¿Qué intentas hacer? -pregunté cuando intentó regresar su mano allí.

-Soy un chico curioso. -sonrió divertido.

-La curiosidad mató al gato, así que para. -le dije alzando una ceja.

-De acuerdo. -me dio un pico. -Muero de hambre.

Se levantó como pudo y caminó cojeando hacia la puerta. Giró y me hizo un gesto para que vaya con el, tomé mi teléfono y vi la hora eran las jodidas siete de la mañana, habíamos dormido casi cuatro horas. Excelente.
-¿Vas a venir? -dijo esperando.

-Yep. -dije levantándome.

No pude evitar reír al verlo caminar, parecía un pingüino. El frunció el ceño e intentó caminar lo más normal posible, pero hacer eso le dolía.