One Shoots

1-Manu Rios✔

|Latina tenías que ser|

-¿Qué quieres Rios? - pregunté enojada.

- Perdóname por favor- dijo con cara de perrito mojado, oh no, eso no funciona conmigo.

- Vete al Diablo- dije seca,ya me estaba hartando.

- Es que...

- A ver.... a ver si entiendes, Vete. Al. Diablo. O al infierno el que te quede más cerca- dije ya frustrada.

Se preguntarán, ¿Qué pasa?, el caso es que el cabrón que tengo al frente ha pasado el semestre entero molestandome, Jodiendo mi paciencia como quieran.. pero Hasta ahora el imbécil me dice que le gusto y que solo lo hacía para llamar mi atención.

Díganme, ¿En qué cabeza cabe que haciendo enojar y Jodiendo mucho a una persona ella se podría enamorar de ti?.

Pues nada más y nada menos que en la cabeza de Manuel Rios Fernández, si.

Lo admito, el chico esta que arde, si, y confieso que llego a gustarme desde un principio cuando ingrese a este instituto hace un jodido año.. pero... ¡Joder! ¿A quién engaño? Estoy coladisima por ese idiota, solo que mi gran orgullo de latina no me deja perdonarlo.

- Sólo si vienes conmigo- sonrió descaradamente.

¡Puto!

- Aléjate de mi¿Quieres?- dije al ver que estaba acercándose y por instinto retrocedí.

Solo que salio mal.. porque termine acorralada entre el y los casilleros.

- ¿Qué pasa? Te pongo nerviosa- dijo rozando mis labios con los suyos..

Joder si seguía así, perdería la cordura.

Él al ver que estaba deseosa de ese beso sonrió con autosuficiencia.

Iba a separarse de mi pero al instante lo tome de el cuello y bese esos carnosos labios que había deseado desde hace mucho tiempo.

- ¡Joder! También me gustas idiota- dije ya desesperada.

- ¿Qué dices lo intentamos?- preguntó.

- Porque no- conteste.

El sonrío y volvió a besarme.

Nos separamos por falta de aire, mire detrás de nosotros y había un grupo to de personas mirando a nuestra dirección.

- ¿Qué? ¿Se les perdió algo?- dije amenazadoramente causando que todos salieran corriendo.

- Latina tenías que ser.- dijo Manu cerca de mi oído causando que un escalofrío invadiera todo mi cuerpo.

Eché una carcajada y el me miró sonriente.

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