33- Sebastian Villalobos

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|Te ves re tierna cuando te sonrojas.|



Estaba harta de que todos quieran opinar en mi vida. ¡Joder! Soy mayor de edad, trabajo, me mantengo. ¿Cuál es el problema en que de vez en cuando me quiera ir a divertirme.

Bueno les diré: Mi madre me dice que soy una vergüenza para la familia por la simple razón de que estoy 12 días trabajando, 2 descansando y uno que otro de fiesta en fiesta.

Es decir el problema no es que trabaje, lo que no entienden es que todo ser humano necesita divertirse, es decir, necesita desestresar su cuerpo. Mínimo quieren que muera por un paro cardíaco o algo así.

Mi padre: Bueno el es diferente, pero no mejor es decir el piensa que soy una malcriada rebelde, y es que de acuerdo aveces me paso de relambia, zalamera y contestona, pero tengo limites, algo que ellos no tienen.

Mi abuela: ella es la mejor de todas en mi familia, me considera la obeja negra de la familia por el solo hecho de ser la menor y la que más rápido emprendió su vuelo. Porque si les cuento que mis hermanos mayores de 20 y 21 años aun viven bajo los techos de mis padres. ¡Malditos mantenidos!.

Mi tía: es la que menos soporto, por el simple hecho de que todo lo que hago lo ve mal y lo transforma a peor, es una perra con ropa. En serio, una vez me vio en la universidad abrazada a mi mejor amigo Juan Pa y les dijo a mis padres que andaba de revolcona con un chico de mi universidad.

Y ni hablar de mis hermanos, Yawilka y Yubrainy, ellos si que son los más peores, son los preferidos de mis padres, los que nunca rompen un plato delante de mis padres pero cuando ellos dan las espaldas rompen la vajilla completa, y lo más grande de todo es que me culpan a mi por todo.

Hoy se pasaron de verdad, fueron a mi departamento a tirarme mierda en la cara literalmente porque ayer fue mi día libre y me fui de fiesta con Sebas, es decir a ellos ya no les molesta eso, ya se acostumbraron, sino que le dijeron que yo estaba fumando marihuana sin ser verdad.

Me tenían hasta el colmó y explote, porque aunque son mis familiares ya me tenían hasta la coronilla, los mande al diablo a todos y salí de ahí como bola de humo hacia mi universidad.

Estaba de camino, tenia las mejillas empapadas de lágrimas de rabia e impotencia, y ni siquiera me di cuenta de que estaba llorando. Mire la hora, a penas son las 7:00 y  llevo 1 hora de adelanto  a la universidad.

Después de unos 5 minutos caminando, veo un carro reducir la velocidad hasta llegar hasta mi, yo no levante la cabeza y segui caminando, me exalte al escuchar el claxón y levante la cabeza, eran Mario Ruiz y Juan Jaramillo.

-¡Sube rumbera!-me gritó Juan que iba conduciendo.

Por cierto ese apodo me lo dieron porque para ellos yo soy el alma de la fiesta, es decir, una vez me preguntaron como era el término para decir fiestera en República Dominicana y yo les dije rumbera, desde entonces me llaman así.

- Hola chicos - saludé de mala gana.

- ¡Hey! ¿Qué pasa?-preguntaron los dos al mismo tiempo.

- Mi familia - con eso lo dije todo, es que ya les había contado que estaba pasando con mi familia y ellos siempre me apoyaron.

- No te pongas así, sabemos que estas mal por eso, pero de nada te sirve ponerte mal, no se como explicarme...-Se quedo Mario en el aire buscando las palabras correctas.

-  Perdóname que te lo diga así, pero lo que están mal son ellos, de nada te sirve que te pongas mal tú, porque no es tu error y le corresponde a ellos ahora darse cuenta de lo que están haciendo, para luego pedirte disculpas- dijo Juan mientras mantenía su vista en la carretera.

One ShootsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora