365 noches en Londres

Carteles en Londres

Eran las diez de la mañana, estaba muy cansado ya que la fiesta de ayer fue brutal. Aunque todavía le estoy dando vueltas en mi cabeza a la chica del pub. La verdad que la chica era muy pero que muy guapa, pero era borde como ella sola.
- Diego, me voy a ir al bar de abajo a desayunar, ¿vienes?- me preguntó Leo
- Vale, voy
Cogí mi chaqueta y nos fuimos a desayunar
Ya en el bar
- Bueno, compi ¿qué tal te lo pasastes anoche?- me pregunto Leo
- Me lo pasé genial.
- ¿Conocistes a alguna chica?
- Pues sí
- ¿Así cuéntame más?
- Si insistes, era una chica española borde listilla y asquerosamente tonta.
- Vaya, hombre
- Tendremos que empezar a buscar un nuevo compañero de piso.- me dijo Leo
- Vale, pero antes tendremos que hacer algunos carteles y colocarlos por la ciudad- le comente
- Pues a que esperamos
Subimos corriendo al piso encendimos el ordenador diseñamos los carteles y lo imprimimos. Imprimimos como 200 carteles. Todos esos los metimos en una mochila. Salimos de piso.
- De paso te podría enseñar Londres, ¿qué te parece la idea?
- Genial
Andamos unos metros hasta la estación más cercana del barrio de donde vivimos, Wembley, un barrio bastante londinense bastante tranquilo. Allí colocamos 2 carteles.
Cogimos un metro para ir desde nuestro barrio hacia Piccadilly Circus, pusimos aproximadamente 7 cartelitos. Un sitio alucinante, co el encendido de anuncios como los de Coca-cola o algunas marcas de coche: Toyota, Bmw o Mercedes. Comimos allí un un típico pub donde ponían unas hamburguesas riquísimas. Terminamos de comer y nos fuimos andando desde el bar hasta Oxford Street. Se dice que es la zona más rica de Londres. Ahí tiendas de lujo con precios de 2.000.000 de libras. Esa zona era una pasada.
- Bueno Diego  ¿que te está pareciendo Londres?- me pregunto Leo
- Es alucinante me esta encantando.
Desde aquella inmensa calle cogimos un autobús ingles de dos plantas para ir a Trafalgar Square un plaza que tiene una relación con España.
Eran las cinco de la tarde hora del té así que paramos en una cafetería cerca de Hyde Park a tomarnos un café.
Visitamos el típico parque la verdad es que era precioso.
Y como no fuimos a Buckingham Palace. Era impresionante y como no pegamos otros tantos de carteles.
Esta oscureciendo y para terminar fuimos al Soho y Camden y allí colgamos los últimos carteles que nos faltaban y regresamos a casa.
- Estoy agotado - dije con cara de cansancio
- Ha sido un día muy efectivo- dijo Leo