Capitulo 2 | Cabaña del demonio

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La deformación de las montañas era espectacularmente impresionante se miraba muy bien formado como si lo hubiesen hecho con mucha táctica y tenía demasiada perfección, nadie más podía ver esa cabaña y era por eso, por la estructura en la que estaba encerrada. El gran abismo era inmenso no se podía ver el final y desde que salías de ese pasillo se sentía un frío intenso que congela los huesos en minutos, que intranquilizaba tus nervios y te hace sentir mucho terror, como si el demonio estuviese respirando encima de ti.
Entre la oscuridad puede observar una silueta de una mujer y se queda en un estado putrefacto se queda pasmado tratando de observar más para identificar esa silueta cuando la neblina está cesando y el puede observar más, comienza a sentir unos escalofríos horribles y siente que alguien está atrás de él, no puede explicarse por qué se siente así. Comienza a sentirse el terror, como si el ambiente estuviese preparado para asesinar a alguien o como si fuese a ocurrir una gran tragedia, en ese instante él siente una respiración encima, como que alguien muy alto estaba respirando encima de él con mucho temor se da la vuelta despacio y no hay nada detrás de él, el miedo comienza a desaparecer y él empieza a tranquilizarse, pero cuando da la vuelta de nuevo hacia el abismo enfrente de él está un enigma negro como una sombra horrorosa con una mirada desquiciada y llena de odio pero se fue desvaneciendo. El ambiente que comenzaba a tranquilizarse, empeoró y se volvió en un disturbio lleno de gritos de dolor y exclamaciones de angustia y la expresión en la cara del señor Arthur era aterradora como si hubiese visto al mismo demonio como si hubiese sufrido un paro cardíaco esta impactado por lo que acaba de ver y está en un estado de shock por lo que está escuchando. Escucha gritos y llantos que parecen provenir de adentro de el abismo, gritos que te dejan aterrado. En eso puede observar que la señora Anna está caminando por una orilla de el abismo se dirige hacia el lado contrario de donde el está, la comienza a seguir pero se aturde por qué no puede observar ni por dónde va caminando, de pronto comienza a escuchar que su esposa está diciendo <<Está noche te entrego a mi hija como un sacrificio de amor hacia a ti, tú que me amas como yo te amo a ti, tú que tienes mi alma, tú que eres mi Dueño y yo tu esclava, toma a mi hija ya que es mi ofrenda hacia ti, es el sacrificio que te ofrezco.>>
El enigma oscuro que el señor Arthur había visto antes comienza a subir por los aires y a acercarse a la bebé, la señora Anna esta con las manos extendidas con su hija entre ellas y el señor Arthur está luchando por llegar donde la señora Anna y el señor Arthur le grita con voz cansada y afligida.
- ¡Anna!... ¡No! Qué haces?, que te pasa?, por qué estás haciendo esto, dame a mi hija.
La señora Anna lo mira y le dice.
-Arthur vete no interrumpas, no te metas en esto, lárgate si no quieres salir lastimado.
El señor Arthur le grita con mucho miedo.
- ¡Noooo! Anna no lo hagas, por favor te lo pido. Dame a mi hija, es una bebé inocente, no le hagas daño. Acaso no la amas?,
<< Si la amas déjala vivir >>.
-No Arthur, vete tengo que hacer esto, por favor no lo hagas más difícil - Responde la señora con una voz agotada.
El señor Arthur por fin puede llegar donde ella está pero la señora Anna tirará a su hija si él se le acerca o intenta hacer algo, en ese instante el ente oscuro empieza a acercarse demasiado a la bebé y ella comienza a llorar el enigma se va desvaneciendo como si estuviese desapareciendo y en ese momento que le señora Anna esta pasmada en el enigma el señor Arthur hala a la señora Anna hacia tras y le quita la bebé, la señora Anna cae recostada en las rocas y con su mano fracturada que ha comenzado a sangrar, el señor Arthur intenta acercarse a su esposa para ayudarla pero ella le grita.
- No te acerques estupido, mira lo que acabas de hacer. - Y con una mirada endemoniada se levanta y se dirige al señor Arthur, el señor Arthur empieza a escapar de ese horrible lugar cuando la señora Anna corre hacia dónde él y él se tropieza y cae sentado en las rocas cuando la señora Anna ve que se cae se detiene, se acerca al abismo lo mira, se da la vuelta y dice.
- Hija... te amo. - Mira hacia atrás y dice.
- Satanas, lo siento, mi trabajo aquí está hecho.
El señor Arthur se asusta por cómo a dicho la señora Anna ya que esas palabras las dijo con mucha tristeza pero a la vez mucha lujuria y maldad expresada en su rostro. La señora Anna extiende sus brazos hacia abajo y dice.
- Gracias por todo Arthur, te amo. - con una lágrima derramada entre su mejilla cierra los ojos y se deja caer sin miedo mientras va callando abre los ojos con una mirada esquizofrénica y sonríe muy diabólicamente.
El señor Arthur con lágrimas en sus ojos al ver el terrible acontecimiento que había vivido esa noche se acerca al abismo y dice
- Anna, por qué hiciste todo esto, yo siempre te voy a amar a pesar de todo y voy a cuidar a mi hija muy bien, lastimosamente tú no estarás a nuestro lado. - El señor Arthur seca sus lágrimas besa a su bebé y se da cuenta que la bebé está hirviendo en fiebre, se asusta y comienza a caminar hacia la salida de ese oscuro, frío, temible y endemoniado abismo, tratándose de explicar a él mismo como era posible que un fantasma un ente o un enigma lo que quiera que hubiese sido pudiese existir, él no creía en los fantasmas, demonios o cosas así .
Para salir de ese abismo tenía que entrar a esa horrenda cabaña otra vez, pero su valentía por el amor de llevar a su hija con bien a su casa lo hizo.
Tenía una curiosidad por esa cabaña, aunque le daba mucho miedo quería saber cómo y por qué estaba ahí y nunca nadie la mencionaba ni nunca nadie le había comentado de ella.
Se queda observando toda la cabaña cuando ya ha salido y ve que se ve escalofriante, comienza a buscar la salida de es bosque tan tenebroso y a tratar de salir de esa asquerosa maleza las nubes oscuras comienzan a ejercer una fuerza temible y del cielo caen unos rayos muy fuertes y escandalosos con truenos exagerados y graves ya se comienza a formar una tormenta muy fuerte y él tiene que salir de ese bosque antes de que comience a llover para que su hija no empeore, y si comienza a llover, él tendrá más dificultad en encontrar la salida, y en lo que buscaba una salida empieza a ver una luz como de una linterna y escucha la voz de Margery gritando.
-Señor Arthur, Señora Anna. Señor Arthur, Señora Anna.
El señor Arthur se dirige corriendo, apartando las ramas de el camino y grita
-¡Margery! ¡Aquí estoy!, ¡Aquí estoy!.
Margery se acerca le da un paraguas y le dice que se apresuren por qué pronto caerá una tormenta y en lo que el señor Arthur está abriendo el paraguas.
-¿Y la señora Anna? Señor Arthur. - Pregunta Margery buscando a la señora Anna detrás de él señor Arthur moviendo la cabeza de un lado a lado tratando de encontrarla.
-Anna ya no está con nosotros Margery. - Responde el señor Arthur con un tono de decepción y tristeza.
-¡Como! ¿La señora Anna murió?- Responde Margery con una Expresión de admiración y susto en su cara, abriendo sus ojos como si quisiera que ellos saltaran de su cara
- Si Margery, Anna se suicido. Y ya no preguntes más por favor. - responde el señor Arthur con sus ojos llorosos.
- Apresúrese señor, no tarda en comenzar la tormenta.
- ¿Sabes cómo llegar a casa Margery?.
- Si señor, todo lo que hago lo cálculo muy bien.
- Muy bien Margery entonces muéstrame el camino a casa.
- Si señor sígame y apresure.
El señor Arthur siguió a Margery por todo el camino y muy detenidamente se iba fijando por cada maleza o árbol que pasaban. No entendía por qué, pero sentía una curiosidad enorme de volver a ese espeluznante lugar.

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