Hola.
Hace tiempo que no hablo viendo tu rostro. Esos ojos.
Se que no fui el mejor.
Se que pude haberlo sido...
No lo se.
He estado viajando por el desierto de mi mente. Pero, no pude encontrar ni una gota de vida. Ni una gota de vos.
No pude encontrar ni una gota de tu agua.
Trato, desesperadamente, de correr a través de la arena, como si tuviera el agua en mi mano.
Porque es todo lo que tengo y todo lo que necesito.
Las olas de agua no significan nada para mi.
Me esfuerzo y hago lo mejor que puedo.
(Mentira).
Sostengo firmemente lo que queda en mi mano, porque, no me importa como, me voy a esforzar. Ahora si voy a ser el mejor, en mi ultimo aliento.
Aunque, en realidad, la arena me frenara y el agua se drenara.
Solo estoy siendo dramático, de hecho, solo me estoy metiendo en la tinta de vuelta. Como un adicto a la lapicera.
Quien es adicto al viento sopla de ida y de vuelta, sin sentido, sin espinas, solo pretendiendo...
Por supuesto que mañana voy a estar aquí de nuevo. Nos vemos mañana, al final del hoy.
Esto es el fin de mis maneras.
Como la negación al caminar...
Mi juicio fue presentado, sin cordura, como un caso suicida.
Vos te especializas en la muerte.
Vos me escuchas gritar, y yo solo miento, aquí, llorando.
Solo necesito un ultimo acto tuyo. Solo por consideración, lavame con tu agua.
Por favor, lavame con tu agua.
Hace tiempo que no te abrazo.
Hace tiempo que no bebo de tu agua.
No encuentro ni una gota de vida.
No encuentro ni una gota tuya.
No te encuentro en mi desierto.
