001

27 4 0
                                    

Año 2077, 5 de octubre, 8:13 de la mañana

Kim JongDae caminaba por las atascadas calles de Londres, repletas de gente que se movía de un lugar a otro, preocupados por llegar a su destino, calles repletas de autos desesperados por llegar al otro lado de la carretera donde estaban sus trabajos, todos vistiendo de pies a cabeza de negro, la mayoría de ellos con camisas manga largas cubriendo la longitud de los brazos finalizando exactamente hasta la muñeca, cubriendo la marca que indica el tipo de Prototipo al que pertenecen; a JongDae esta marca se había adueñado de su muñeca a la edad de 21 años, desde ese día había comenzado su martirio, habían comenzado sus pesadillas y su miedo se iba incrementado cada día mas, el miedo y la desesperación de huir del lugar donde se encontraba para que nadie supiera lo que escondía debajo de la manga del suéter negro de franela que se ponía cada mañana.

El frío y humedo aire mañanero inundaba las fosas nasales de JongDae, haciendo que un largo y cansado suspiro se escapara de sus labios; el castaño camino por todo el largo de la Avenida 56, sin un rumbo en especifico, tal vez iría a la cafetería de Nora, una vieja amiga, o puede que fuera al muelle para despejar su mente y pensar en como matar los demonios que escondía en su interior desde que descubrió su prototipo. JongDae esta cansado de luchar contra los miedos que cada noche atormentan sus sueños, esta cansado de esconder la inmensa tristeza que guarda en su pecho, las ganas de llorar que sus ojos con mucho esfuerzo tratan de ocultar, esta harto de todo eso, quiere que el martirio de su desdichada vida acabe de una vez.
JongDae recuerda lo feliz que fue en su infancia y adolescencia, tiempos en donde lo único por lo que debía preocuparse era estudiar y divertirse, pero esos años se habían terminado, ahora escapaba de lo que la fuerza de su interior llegara a ser capaz de hacer sin que su sistema nervioso y su cerebro llegaran a darse cuenta, a veces sus propios males de apoderaban de él y terminaba siendo manipulado por los demonios de inundaban con su oscuridad todas los pequeños rayos de luz y esperanza que en raras ocasiones aparecían en medio de toda la oscuridad en la que JongDae vivía.

Sin darse cuenta llego hasta la estación del metro, vio como las personas entraban y salían por las grandes puertas de metal que se abrían y cerraban con el paso de la gente, todos con la prisa que JongDae no tenía; hundió las manos en los bolsillos de su enorme abrigo negro buscando calor en aquella fría mañana, sus ojos expresaban tristeza y miedo, miedo a enfrentar la pequeña marca que escondía bajo su suéter y su abrigo, JongDae levantó un poco la manga de su suéter y su abrigo para poder ver los dos números escritos en negro que habían aparecido hace unas semanas, los contempló durante unos segundos antes que la cólera y la ira se apoderaran de él y con fuerza y rabia bajara nuevamente la manga su suéter y abrigo, dejando caer su brazo a un lado, donde pertenecía, levantó sus ojos para encontrarse con otro par de ojos viéndolo a través del cristal de las enormes ventanas del metro, esos ojos café pálido que emanaban una enorme tranquilidad y una gran sonrisa que brindaba conformidad; el chico del otro lado del cristal sobrio de oreja a oreja al ver que el castaño no había visto justo antes de que el metro se pusiera en marcha.
El corazón de JongDae están intranquilo, no por los miedos y demonios de su interior, sino por la penetrante y hermosa sonrisa del rubio que se alejaba en el interior del metro con quien sabe Dios que destino.

Prototipo 01 [CHENMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora