Cap 3

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- ¿Dónde estoy? - Exhalo Paty. El golpe repentino le había hecho perder la conciencia, ni siquiera se había dado cuenta que estaba atada y nuevamente vestida con un pantalón leváis y camiseta negra de manga corta que le llegaba hasta el ombligo.

-Despertó la bella durmiente- se oyó por detrás de su cabeza...por donde estaba la puerta. - ¿asustada? – pasos acercándose.
-NO- le contesto con voz temblorosa – no estoy asustada Teresa-
Risas
- Como digas Romanov- pasos más cerca – perdón por tu ropa, sé que es horrible- estaba frente a ella. Sintió la más grande de las rabias al mirar sus ojos. Al notar que esa mirada era la misma que ponía cuando estaba a punto de hacer algo.
- ¿Deleitándote con mis ojos Romanov? - rio -porque esta será probablemente la última vez que los veras- ensancho su sonrisa
-Lo sé- forcejeo Paty
-M... ¿enserio?, y ¿Por qué estás tan segura? -
-porque hallaré la manera de zafarme y matarte- escupió
Risas y más Risas

-oh Paty- canturreo- dulce Paty, ¿deberás crees que puedes hacer eso? -
-si- siseo
-bien...- susurro dando vueltas alrededor de ella -muy bien...- se detuvo y la miro -te desatare, pero con una condición que sabrás después de cumplir todo lo que tengo en mente- sonrió con malicia -todo dulce Paty- deslizó su dedo desde su cuello a su sexo sobre la ropa sonriendo juguetonamente
-No volveré a hacer el amor contigo-
-No hay problema...hay otras formas de conseguir las cosa- se inclinó y en peso a besarla mientras le rasgaba la camisa con la mano izquierda mientras la derecha la fijaba en su sexo bajo su pantalón.
Paty forcejeaba inútilmente, estaba atrapa entre el pánico y el placer maldiciéndose a sí misma por haber sido tan tonta como para acompañar a teresa a casa
-¿porque?- pensaba.
-¿Te gusta Paty?- freno Teresa
-no- suspiro Paty.
-Respuesta equivocada- sonrió teresa
Cubrió su boca con tape gris para después desvestirla completamente dejando besos húmedos por donde pasaban sus manos, separo sus piernas amarrándolas a las patas traseras de la silla.
-Te lo preguntare otra vez- introdujo dos dedos en su sexo –¿te gusta?- Paty negó con la cabeza
-Esa es mi chica- sonrió teresa -No te preocupes- susurro en su oído -yo are que te guste-
Idas y venidas realizaba teresa en el sexo de Paty hasta que se agotó y continuo con bribadores, juguetes y su propia entre pierna. Cada forcejeo y lagrima de Paty la excitaban mas y más dejándola agotada
-Por hoy ha sido suficiente- beso su sexo -buenas noches- y después de hacerle sexo oral hasta que quedo saciada se retiró del cuarto-
-Mañana será un gran día teresa- pensó -mañana será un gran día...-

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