El furioso albino arrullaba al pequeño bebé que acunaba entre sus brazos puesto que no paraba de llorar.
Ya era más de media noche y su amado esposo no regresaba. Sabía que no le era infiel, pero ya llevaba más de dos semanas volviendo a altas horas de la madrugada y sus dudas empezaban a nublarle el juicio.
Durante el embarazo comenzó a ser demasiado sensible y expresivo, le molestaba pero de cierta forma se sentía más unido a su castaño vampiro.
No supo cuando pero su pequeño había dejado de llorar y dormía plácidamente, sonrió con orgullo y recostó al niño junto a su hermano.
Era sorprendente lo diferente que eran a pesar de ser gemelos: Castiel, el pequeño latoso, era igual de rebelde que él pero poseía una mirada más feroz y dominante, en cambio, Haruka expedía un aura de tranquilidad que relajaba a quien estuviera cerca y no era más que la inocencia pura. Ambos poseían el cabello castaño como Kaname pero los ojos eran idénticos a los de Zero y cambiaban del amatista al rojo brillante cada que olían su alimento( la sangre de alguno de sus padres).
Les dio a ambos un beso en sus pequeñas frentes y salió de la habitación.
Suspiro en la puerta, la casa se sentía tan sola sin su marido.
- ¿Donde estas...?- susurro mientras una fina lágrima salía de sus ojos. Inhaló aire y levanto la mirada con orgullo, si acaso ese idiota que tenía de esposo se atrevía a engañarlo entonces no sabía con quien se metía.
Fue a su recámara y decidió descansar un poco, pero su mirada se desvió a los cajones de su marido, vio una suave camisa de color negra, la favorita de Kaname, por instinto la tomo y olfateo, sintió el suave olor de su dueño, pronto se dio cuenta de cuanto lo extrañaba.
- maldito bastardo, llega pronto- susurró, colocándose la prenda negra.
En menos de lo que pensó ya se encontraba tranquilamente dormido.
Por su parte, al otro lado de la ciudad, en una gran oficina con una hermosa vista de ella, se encontraba Kaname Kuran, líder de los vampiros y de la compañía más grande en ventas de fármacos y productos médicos, Kuran's Company.
Desde hace más de una semana se pasaba horas dentro de ese despacho gracias a un problema que había causado su secretaria Yuki al traspapelar unos documentos de suma importancia y haberlos mandado a dios sabe donde. Ahora el proyecto tenía que volverse a realizar gracias a la estupidez de su ayudante por no guardar copias del archivo.
- Sólo no te despido porque eres mi prima- le decía mientras tecleaba a una velocidad sobrehumana y miraba atento la pantalla de su ordenador.
-Lo siento-susurro la castaña quien se encontraba en las mismas condiciones que el mayor, en su pequeño escritorio, pero a la vez emocionada por pasar tanto tiempo con su amor platónico.
-Al fin terminamos-dijo con alegría Kaname, al teclear la última palabra del archivo, y sin tiempo que perder le envió el documento por correo electrónico a su cliente, de esa manera ya no habría problemas como los de antes.
Se levanto de su asiento y fue por su abrigo, tenía ganas de llegar a su hogar y tomar una merecida ducha, además de que no hacía más de tres semanas que sus gemelos habían nacido y no había apoyado mucho a su amado Zero por culpa de la castaña.
-K~Kaname nii-sama, me preguntaba...ya que habíamos terminado esto...porque no salimos a cenar?-pregunto yuki sonrojada hasta las orejas.
-Yuki..-susurro cansado de escuchar siempre las mismas propuestas de la menor. Sabía de los sentimientos que profesaba la castaña hacia él, pero Kaname siempre dejo en claro que sólo la quería como a una hermana y a pesar de los años que llevaba de casado con su peliplata y de la llegada de los gemelos, ella seguía sin tirar la toalla.
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Red Love (Kaname & Zero)
FanfictionKaname Kuran no llega a casa, Yuki cometió un error y Zero esta furioso... "-Maldito bastardo, llega pronto-" Kaname & Zero