Quería publicar un extra de la otra historia pero esto salió en su lugar, así que para no alargar tanto la espera les quiero compartir este cuento corto.
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Él sabía dónde estaba, con quien estaba, pero desconocía su hora de llegada.
La recámara estaba cálida gracias al fuego de la chimenea, sin embargo, a pesar de esto y de las múltiples mantas que lo cubrían, la sensación del gélido aire colándose por su piel le impedía su descanso.
Lo extrañaba, lo necesitaba, cada que escuchaba pasar el segundero del reloj era como si este se clavara en su corazón.
Finas lágrimas recorrieron su rostro, tratando de sacar aunque sea un poco de su dolor. Se acurrucó mejor en su cama, sintiendo el suave olor de su esposo. Sonrió ante el dulzón aroma, llenando sus pulmones de él, pero poco a poco este comenzó a calarle, se transformó en uno amargo y ácido. Con asco apartó las mantas de su cuerpo y llevó las manos a su nariz. Había otro olor, uno que detestaba y provocaba el despertar de sus sentidos de cazador. Soltó un sonoro gruñido.
Aunque su ira no duró tanto, ya que las lágrimas volvieron a sus ojos, cayendo con más fuerza que antes.
El sonido de un coche llamó su atención, con paso lento y arrastrando consigo la sabana, única prenda que cubría su cuerpo, caminó hacia la ventana, viendo a su esposo andar hacia la entrada principal; una vez él piso la entrada le llegó ese repulsivo hedor.
Él sabía dónde estuvo, con quien estuvo y lo que habían hecho, o eso suponía él gracias a la notoria marca en el cuello de su vampiro, la cual alcanzó a ver a través de la empañada ventana.
-Zero...-susurró aquella voz que tanto amaba. Volteo lentamente hacia él, secando sus lagrimas con rapidez y mostrando una radiante sonrisa.
-Kaname...-dijo en respuesta y a pasó lento abrazó a su marido, regalándole un exquisito beso. El castaño paseaba sus manos por la cintura del peliplata, bajando hasta sus glúteos, logrando sacar sonoros gemidos del menor.
Zero se separó de él y con su típica sonrisa socarrona se despojo de la manta que lo cubría, dejando al castaño sin habla. Kaname no pudo más, gruñía como una bestia y tal cual devoraría a su pequeña presa.
Sin un gramo de delicadeza tumbó al peliplata en la cama, colocándose entre sus largas y blancas piernas.
Zero no podía dejar de soltar jadeos y suplicar por más tacto del castaño, solo con él se sentía cálido y resguardado, aunque ese asqueroso aroma estuviera en su piel. Zero planeaba cambiarlo por el suyo, marcarlo como era debido, aunque era consciente que no duraría por mucho tiempo al menos aquella otra persona también se retorcería de rabia en donde fuera que estuviera.
-Muérdeme Zero- susurro su amado en su oído, deteniendo sus movimientos, saliendo de su interior. El mencionado palideció al instante y trato de regular su respiración.
En todo lo que llevaban de conocerse jamás probó la sangre de Kaname, no era que no quisiera, todo lo contrario, tenía unas ansias bestiales por hacerlo pero el mayor era sumamente estricto ante eso.
Solo Kaname podía probar, poseer y sentir a Zero. Pero el peliplata no.
Al principio reprochó ante esas absurdas reglas, pero por cada embestida que daba la cordura se le iba, y lo amaba tanto que no podía imaginar su pérdida. Era su esposo, si; pero solo para él, ante los ojos de los demás, Kaname Kuran era de alguien más.
Temeroso apretó su agarre con las piernas a la cintura del mayor. Pasó sus manos por toda su ancha espalda, marcando cada músculo, acariciando su largo cuello hasta llegar a su suave cabello, donde enredo los dedos. Quería llenarse de valor en cada inhalada que daba, pero su tembloroso cuerpo delataba su nerviosismo y el estúpido de su esposo no bajaba esa sonrisa arrogante que tanto amaba.
Sus colmillos cosquillearon cuando rozó con ellos el cuello del mayor, pero antes de clavarlos su mirada se perdió en aquella otra mordida que marcaba esa zona tan importante. El hedor provenía de ella y con odio mordió en el mismo lugar, provocando un grito de parte de Kaname.
-L~Lo siento...Zero...-susurraba cada que el menor sorbía, llenando su garganta con aquel elixir que tanto soñó.
Las lágrimas no tardaron en llegar, caían cuál cascada por el rostro del peliplata, los recuerdos del castaño lo comenzaban a inundar.
Kaname no perdió el tiempo y en un rápido movimiento volvió a entrar en el menor, susurrando palabras de disculpa. Retomando el ferviente movimiento de caderas.
Entonces, junto con su climax, llego a Zero la imagen final, el último recuerdo de Kaname: la muerte de Yuki.
La escena era tan clara que se sintió participe. Yuki rogaba piedad pero esos ojos rojos que la veían no la mostraban y en un rápido movimiento de manos la que alguna vez fue la reina de los vampiros se volvió polvo. Aquel ser oscuro volteo su mirada a Zero, notando su presencia, pero él no mostró miedo alguno, esos rubíes lo observaban y aunque la sonrisa que mostró era más que perturbadora, la retorcida mente del menor la vio hermosa y llena de ternura.
Parecía que diría algo, lentamente movió la boca pero su voz no llegaba a los oídos del menor...entonces lo escuchó...
-Te amo Zero...mi amado esposo...-gimió Kaname una vez llegado su orgasmo.
El peliplata se sentía como nunca, la excitación era enorme, sentía la lujuria en cada parte de su ser.
Kaname solo se dedicaba a esparcir besos por todo su rostro y cuello, susurrando el nombre de su acompañante mientras esté reía como loco, abrazando más fuerte al castaño.
Sabía que la muerte de Yuki representaba una crisis en el mundo vampirico y más si el mismo Kaname fue quien le dio su fin, pedo nadie sabría eso y quien lo descubriera sería juzgado por bloody rose. No dejaría que se llevarán a Kaname de su lado, menos ahora que siempre estaría junto a él.
Él siempre sabría dónde estaría, con quien estaría y jamás lo dejaría.
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Estoy pensando en hacer esto un libro de cuentos cortos sobre esta pareja que tanto amo, porque sabemos que esas miradas que se daban no eran de simple odio...(*-*)
Espero que lo hayan disfrutado.
ADRY
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Red Love (Kaname & Zero)
FanfictionKaname Kuran no llega a casa, Yuki cometió un error y Zero esta furioso... "-Maldito bastardo, llega pronto-" Kaname & Zero