Cogiste tu ordenador, listo/a para ver el penúltimo capítulo de unos de tus animes favoritos, Ansatsu Kyoushitsu. Sin embargo, tú sabías, debido a los grandes spoilers que circulaban por tu querido internet, y por que ya se veía venir, que aquel iba a ser un capítulo triste...
Iban a dar muerte a Koro-sensei. Iban a despedirse de él por siempre.
Todos los momentos divertidos, y también los momentos difíciles que ellos fueron superando, y que tu fuistes viendo se juntarían en aquella sola escena. Estabas seguro/a de que ver aquella escena te haría llorar, así que ya tenías una caja de pañuelos lista.
Decidido/a, le diste al play, iniciando el video.
Después de la intensa pelea que tuvo Koro-sensei, acabó destrozado. Y ahí, tanto tú como ellos sabíais que pasaría después...
–Ahora es el momento de darme muerte.– murmuró Koro-sensei.
No. No querías. En parte te negabas a que pasara. Pero... Sabía que tenían que hacerlo. Si no, todo ese año que habían pasado con aquel increíble maestro habría sido un desperdicio.
Viste como planearon el asesinato los alumnos: todos agarraron cada uno de sus tentáculos para inmovilizarlo por completo. Todos, excepto Nagisa, que sería quien le apuñalaría. El valiente que le daría el golpe final al profesor que tantas experiencias le dió.
Sin embargo... Algo raro pasó.
Nagisa, en vez de ponerse junto con los demás, empezó a caminar de frente. ¿A que venía eso? ¿Era una nueva estrategia? ¿O acaso se estaba replanteando lo de matarle?
Ya lo había hecho una vez, y quizás también lo iba a hacer ahora. Quien sabe. En ese anime, los impresionantes giros de la trama siempre estaban presentes.Pero... pudistes descubrir que no fue eso.
El chico de pelo azul... parecía... acercarse hacía ti... y te extendía su mano con una sonrisa...
Reistes sin mucha gana. Seguro que era un truco de los animadores para creer que eras tú el que ibas a ir junto con ellos...
¡Buen intento! Pero a ti no te-De repente, algo más extraño ocurrió. Su mano... salió de la pantalla y me cogió. ¿Era acaso real, o solo era un producto de tu imaginación?
No lo sabías. Tú votabas más por la segunda, aunque... aquello parecía tan real...De repente, te vistes metido/a dentro de aquella triste escena. Miraste a tu alrededor, confusa y impresionada a la vez. Sencillamente, no podías creer que estuviese pasando...
¿Y si era un sueño...?
¡Si, era lo más posible!
Seguro que, después de todo aquello, despertarías en tu cama como si nada hubiese pasado. Aunque...¿De verdad iba a ser así...?
Miraste algo nervioso/a al frente. Todos te estaban observando, esperando a que hicieras algo de lo que tu no tenias ni idea. Viendo tus nervios, Nagisa apoyó una mano en tu hombro. Eso pudo llegar a calmarte un poco más.
–Ven.– te dijo el peliazul.
Tú le hicistes caso, y seguistes a Nagisa, quedando al frente del derrotado Koro-sensei y sus alumnos. Estos aún te seguían mirando. Todo lo que estaba pasando ya era bastante extraño para creerlo real, pero... ¿Por que la miraban tanto...?
–Bueno... Puede que sea un poco precipitado...– murmuró Koro-sensei con un hilo de voz, pero aún con su típico toque de humor.– Puede que sea algo precipitado, pero queríamos pedirte una cosa en la que todos estamos de acuerdo...–
No lo estaba entiendo muy bien...
¿Es que acaso ya me conocían de antes...?
¿Y que querían pedirme...?–Se tú la que me asesine.–
Las palabras del pulpo amarillo hicieron que me quedara congelada, en estado de shock, sin saber que hacer.
¿Matarle? ¿Como iba a matarle? ¡No iba a ser capaz! Ya ni sabia si estaba preparada para verla... ¿Como hacerla...?
Además...
¿No tenían más derecho a su asesinato los alumnos de la Clase E?–Tienes el mismo derecho que tienen ellos a asesinarme...– murmuró Koro-sensei, como si leyera mi mente.– Ya que... Tú formas parte de la Clase E...–
¿Que? ¿Tú, de la Clase E? ¡O tenía que estar en broma o era un sueño!
¿De verdad aquel pulpo amarillo te estaba diciendo eso?–Si, tú también eres de la Clase E... A pesar de que siempre estabas observando desde las sombras, podíamos sentir tu presencia...– asintió Koro-sensei.– Sin embargo, no te obligare a asesinarme... Pero... si lo haces... que sea con una sonrisa...–
Aquellas palabras ya casi me hicieron saltar las lágrimas. Sin embargo, todos te sonrieron, así que tu tampoco pudiste evitar hacerlo. Si ellos te daban el derecho a hacerlo... aunque te doliera...
–Lo haré.– murmurastes.
Nagisa te dio el cuchillo que solo conseguía hacer daño a Koro-sensei, y te dirigistes hacía él para ponerte encima suya, como iba a hacer el chico peliazul. Antes de que le dieras el golpe final, hizo algo, por última vez, que todo profesor hacía: pasar la lista.
Fueron diciendo los nombres de todos. Algunos lloraban, otros solo se quedaban serios, y unos pocos eran lo suficientemente fuertes para sonreír en aquel triste momento. Y tú... no llorastes cuando dijo tu nombre, solo para hacerle feliz. Aún te parecía increíble que hasta dijeran tu nombre, como si formarás parte de la clase. Tú solo dijistes un pequeño si cuando dijo tu nombre.
Y, ahora, sólo tendrías que clavar el cuchillo en su corazón, que se hayaba debajo de su corbata, para acabar con su vida. Pero...
No era tan fácil.
Los nervios dominaban todo tu ser. Estabas muy alterada. No sabias si eras capaz. Pero... tenias que serlo.
Por todos los alumnos de la Clase E.
Por todos aquellos recuerdos.
Por Koro-sensei.
Clavastes el cuchillo con toda la fuerza que tenias en Koro-sensei. Él, a pesar de que sabía que iba a morir, seguía sonriendo. Y así lo hizo hasta sus últimos instantes de vida. Su cuerpo se iba convirtiendo poco a poco en pequeñas esferas de luz, que iban flotando hasta el cielo para luego desvanecerse en él.
Y al ver la última luz desaparecer, sollozastes sobre lo que quedaba de Koro-sensei, su bata, igual que los demás. Sentía la culpabilidad, pero sabías que acabaría así. Lo que no sabias es que lo ibas a experimentar de primera mano.
Ahora ya no sentías que estabas viendo a la Clase E...
Estabas con la Clase E.
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En cuestión de un pestañeo, volviste a tu habitación, mientras aún tenias los ojos húmedos. Te costo algunos segundos procesar todo lo que había ocurrido.
Distes otra risa desganado/a. Seguro que fue cosa de tu imaginación...
Vistes que ya habías acabado el capítulo. Aun te quedaba el final, pero lo preferias ver después. Mejor que descansarás tu cabeza, al menos por unos momentos... Así que apagastes tu ordenador, y decidistes dejarlo en la mesa de tu escritorio. Sin embargo... hubo algo en la mesa que te llamó mucho la atención.
Los dos libros gigantes que Koro-sensei les había dado por última vez a sus alumnos se hayaban encima de tu mesa.
Esta vez, si que no pudistes hacer nada para evitarlo. Volvistes a llorar de nuevo. Sacabas gritos y sollozos desde lo más fondo de tu corazón. Ya daba igual que te escucharán y que te tomarán por loco/a. Ya no podías reprimir aquellos sentimientos...
Adiós, Koro-sensei...
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Tú también...
FanficTu también eres de la Clase E, a pesar de que siempre estás en la sombra... Así que sonríe mientras sostienes el cuchillo... >> Los personajes son de Ansatsu Kyoushitsu, y pertenecen a Yusei Matsui. >> Contiene spoiler del final. Quedáis avisados.