Alcohol.

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Yoongi besaba a Jungkook con pasión, siendo bastante ruidosos en ello. El más bajo se encontraba encima del cuerpo del más alto, ambos en la cama, disfrutando de su compañía mutua. Pese a que muchos podrían pensar que a Jungkook tomaba el control por la forma de su cuerpo, en realidad era el más delgado el que tenía todo el control y tenía al otro chico a sus pies, y ésto no le daba ninguna vergüenza, le encantaba.

Jungkook podía sentir el sabor amargo del alcohol mientras le besaba, sabor al que ya estaba acostumbrado a probar desde la boca del pequeño, pero aún así, Jungkook amaba eso y todo de él.

Yoongi era de ese tipo de personas completamente inestables, que necesitan el alcohol para vivir, ese tipo de personas cuya cabeza los atormentan y usan ese tipo de vicios para calmarla y olvidarse. A pesar de su altura y rostro, el tipo daba mucho miedo cuando se enojaba; nadie lo quería ver en una de sus inestabilidades emocionales o crisis, tampoco entienden como es que puede tener a alguien a su lado, pero ahí estaba Jungkook, malcriándolo y amándolo tal cuál es.

A veces, el más alto recordaba como conoció al pequeño peligroso; fuera de un local bailable, cuando Yoongi se metió en una riña a la salida de éste por pura ebriedad, casi matando a un hombre a puñetazos. Pero sin conocerse, Jungkook tomó a Yoongi y lo separó de aquél hombre, y para ésto, tuvo que pegarle un par de puñetazos para que se quede tranquilo y así fue como Yoongi quedó inconsciente en la parte trasera del auto de Jungkook, mitad por la bebida, una parte por el cansancio y otra por los puñetazos que recibió su cuerpo. Cuando el de piel blanquecina despertó en un motel, se molestó muchísimo, tanto, que despertó a la persona que lo trajo a golpes, se vistió, le dejó el dinero de la habitación y se marchó (Yoongi era de todo menos un deudor o un tacaño).

Como Jungkook dejó su numero telefónico en uno de los bolsillos del chico que conoció esa noche, de la nada empezaron a llamarse, a quedar en algunos lugares y a conocerse. Y de toda esa basura, nació eso que ellos llaman "relación" algo hermoso para ellos, o al menos mientras Yoongi no tuviera sus crisis alcohólicas.

Yoongi seguía besando a Jungkook, mordía sus labios e iba bajando por su cuello, dejando bellas marcas. Cuando el de pelo menta era de ese modo, tan protector, tan cariñoso, Jungkook no podía evitar enamorarse aún más y como una de sus tantas noches, terminaron haciendo el amor. Ese era uno de los mejores vicios que Yoongi pudo tener algún día; Hacer el amor con Jungkook.

Una noche, pasó algo que no debía pasar; se suponía que esa noche Yoongi no iba a tomar, que Jungkook llegaría temprano a casa y por primera vez se sintiera orgulloso de que su bebé esté dejando su vicio horrible. Pero nada de eso pasó.

Jungkook volvió a casa a las dos de la madrugada, eventualmente llegaba temprano, pero esa noche había salido realmente tarde del trabajo y fue a cenar con sus amigos que hace mucho tiempo no veía, sin embargo, terminó discutiendo con ellos porque siempre le advertían de lo mismo; "Deberías dejar a Yoongi, sólo trae cosas malas a tu vida". Pero Jungkook no les hacía caso porque él amaba a Yoongi. El de pelo negro abrió la puerta lentamente, pero así como la abrió, del otro lado se encontraba un pequeño, delgado, blanquecino chico, obviamente ebrio, cuyas manos fueron directamente al cuello de su camisa.

"-¿Dónde mierda estabas?" Le preguntó como si fuera una intimidación, Jungkook podía sentir el horrible olor a alcohol que desprendía Yoongi y la sala misma.

"-Lo siento, realmente, me quedé un poco en la casa de Jin hyung y Namjoon hyung, lo siento, no te molestes" Le rogó Jungkook para evitar problemas pero no ganó nada más que una sonrisa sarcástica. Se alejó del más alto, dándole la espalda y tomando su propio cabello, de repente, por enojo puro, arrojó todo lo que había encima del mueble; desde sus botellas vacías hasta cuadros y adornos, todo hecho polvo en el suelo.

"-Vas a dejarme, ¿verdad? Sólo porque esos gilipollas te lo han dicho, ¿no?" Primero lo preguntó en voz neutra, sarcástica, pero al escuchar a Jungkook intentar negarlo, se molestó aún más, preguntando lo anterior aún más fuerte y bruto, lanzando un puñetazo a su rostro sin dejar que responda. Jungkook sabía como era Yoongi cuando tomaba demasiado, varias veces había pasado por esto y no le sorprendía aunque le asustaba bastante. Sabía de su violencia, de sus vicios, de sus malos habitos y genio, pero Jungkook lo amaba.

El más alto intentó abrazarlo para calmarlo pero sólo logró que lo lanzara al borde del sofá, donde se golpeó la costilla y parte del lateral del abdomen. Luego, en el suelo, pudo ver como lanzaba una silla hacia el espejo que estaba a su lado, cayéndole los restos de cristales rotos encima de su cuerpo. El más bajo se acercó a él con un cristal que tomó del suelo y se puso en cuclillas, apuntándole con el mismo, apretándolo tanto que su mano comenzaba a sangrar.

"-Te quiero fuera de mi vista, ¡ahora mismo!" Le gritó en la cara y los ojos del castaño se cristalizaron de puro miedo, sin embargo, el de pelo menta se relajó al ver lo que había hecho sentir al otro chico pero tiró el cristal a un lado y se marchó escaleras arriba, dejándo a Jungkook llorando muchísimo.

Jungkook se secó los ojos y vio hacia la puerta de entrada, que estaba ligeramente abierta y entonces, estando en su mundo y quedando en un shock terrible, salió corriendo hacia el exterior, sin saber a donde ir realmente, sólo queriendo escapar de todo y alejar su tristeza.

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Hola, es mi primer one-shot y se me hizo tan largo que decidí cortarlo en dos partes, espero que disfruten la primer parte :)

Alcohol {Yoonkook}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora