Inspiración

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“De pronto sentí que caía en un abismo interminable y aterrador, pero de la nada, apareció una pequeña criatura…”

Eso era lo que escribía mientras pensaba en su lejano futuro como escritora de relatos cortos, justamente antes de darse cuenta y entender que ese sueño tan anhelado nunca se haría realidad, “no tengo talento” se decía a si misma… Luego de unos minutos su más reciente obra paso a ser parte de la basura en su papelera. Necesitaba algo de inspiración, algo realmente extraordinario y hermoso a sus ojos que le diera ese empujón que necesitaba para terminar su “Memorias de un ángel caído”…

Una alegre mañana, igual que muchas otras que solo provocan una sonrisa inexpresiva del vecino, escribía, un rato después más basura en la papelera… Una noche tormentosa, de esas que asustan hasta al más valiente, salio a caminar bajo la lluvia un rato, inexplicablemente alguien la acompañaba desde lejos y ella podía sentirlo, era ese toque de inspiración que le hacia falta y que tanto trabajo le había costado encontrar; estando feliz se dispuso regresar a casa para iniciar su ultima memoria, minutos después las luces de un auto iluminaban los charcos del camino, toda su vida paso ante sus ojos mientras su cabeza golpeaba contra el pavimento y la sangre fluía de sus heridas y se mezclaba con la lluvia… Desapareció el encanto junto al auto y su dueño… Al día siguiente las autoridades del lugar reportan un accidente ocurrido la noche anterior, la ambulancia se dirige a toda prisa hacia el hospital, sigue viva pero inconciente… En la sala de emergencias todos hacen lo posible y dan lo mejor de si para salvarle la vida a una muchacha desconocida de unos 22 años que presenta serias lesiones en varias partes de su cuerpo y una herida grave en la cabeza; en la sala de espera nadie pregunta por ella; inconciente, en su mundo de colores ciegos y animalitos tristes todos la observan pero nadie dice nada y ella continúa, solo eso, explora ese nuevo lugar entre desvanecimientos y visiones amargas… Ya cansada de ser estudiada por molestos ojos decidió salir de ahí, pero su cuerpo se lo impedía, intentó recordar lo que había sucedido pero solo veía imágenes borrosas de un auto acercándose a ella…

En su casa, a varios kilómetros del hospital y varias vidas de su nuevo y colorido mundo, se encontraba él, leyendo una nota escrita por ella en un momento fugaz de inspiración y tristeza “te extraño tanto”… Antes de leer el pequeño poema la había buscado, gritando su nombre por todo el lugar sin recibir respuesta alguna, necesitaba encontrarla y abrazarla, había esperado tanto el momento de verla y darle la buena noticia con su mirada, había regresado y ella no estaba, una lágrima calló sobre el papel donde le decía lo mucho que lo amaba y cuanta falta le hacía… Observando sus cosas pudo notar que ella seguía esperando aunque no pudiera encontrarla… Horas después un oficial de la policía le notificaba lo sucedido la noche anterior y que mientras el leía sus palabras ella moría lentamente en el hospital, su corazón dejo de latir por unos segundos y luego empezó su rutina aceleradamente…

Llego al hospital lo más rápido que pudo, ahora alguien preguntaba en la sala de espera con la esperanza de recibir una respuesta tranquilizante, pero la realidad era otra, esta vez no había una buena noticia, solo un mundo que empezó a caer pedazo por pedazo después de escuchar dos palabras: “lo siento”… Lo último que podía hacer era entrar a verla y pasar con ella sus últimos momentos; ya había despertado pero pronto dormiría de nuevo y él simplemente no podía guardar su llanto y contener su dolor, no podía esperar a ver su joven cuerpo en una caja de madera para derramar sus lágrimas… Ella, por última vez, le regalo una sonrisa moribunda, y él no pudo evitar darle un beso a los labios que mas nunca serian suyos…

-Hola y adiós amor; estoy feliz de verte nuevamente y triste por tener que dejarte en este mundo y no poder seguir físicamente a tu lado… sabes que te extrañaré, tus besos, tus abrazos, tus caricias; y también sabes que te esperaré en mi colorido mundo, escribiré poemas y relatos de amor para ti…- eso fue lo que dijo antes de detenerse para respirar y morir un poco más.

-No me dejes, no me abandones en este frío mundo de grises… crucé el mundo para verte nuevamente, ese era mi único deseo, y así te encuentro, muriendo… solo puedo ver la luz apagándose en tus ojos- le respondió entre lagrimas.

-No llores por mi, no llores mi partida porque no existe tal cosa, no te abandonaré… sonríe y acompáñame, corre a mi lado en las rojas praderas, observemos juntos el púrpura cielo, toma mi mano y vuela conmigo a un mejor lugar…

Un suspiro siguió a estas sus últimas palabras y la muerte no la dejo escuchar el “Te Amo” que él dulcemente le susurro al oído…

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