Chase
Hace mucho tiempo que no veía a Mica, extrañaba nuestros momentos juntos, pero al parecer ella no los extrañaba tanto como yo. Es más, pareciera que ni me recordara. Había cambiado y MUCHO, ya no era una niña lógicamente. En todo este tiempo yo no había sabido nada de ella. Nunca se me ocurrió buscarla en redes sociales o preguntarle a mamá que sería de ella, creí que no tenía caso recordarla. En serio pensaba que no nos volveríamos a ver. De niño estaba enamorado de ella en secreto o bueno tal vez no tan secreto, mamá y la señora Sofía eran conscientes de mi pequeño amor. ¿Pero cómo no me iba a gustar? Ella era tan tierna, no sé de dónde sacó ese carácter que tiene hoy en día. Cuando mi madre me dijo que ella se iría a México lloré y mucho, era un niño y no entendía porque se tenía que ir tan lejos, ¿por qué a otra ciudad? ¿por qué a otro país? ¿por qué a otro continente?
—Y bien Chase ¿me contarás? —Me dijo interrumpiendo mis pensamientos.
—Ya te dije que no.
—Que pesado, ¡Detesto cuando me dicen cosas a medias!
La miré fijamente y me perdí en sus hermosos ojos marrones.
—Aunque sí tu terminas de ordenar mi cuarto... —dije pensativo —te lo podría contar.
—¿Esperas que yo termine de ordenar absolutamente todo tu cuarto?
—Yep.
—¿Y sola?
—Tu misma lo has dicho —le guiñe un ojo.
—Ni. Lo. Sueñes.
—Pues no te contaré nada entonces. Quédate con la duda.
—Bien tú ganas, pero me contaras con lujo de detalles.
—Trato hecho.
Como tenía sueño y mi cama estaba repleta de cosas me dirigí a la habitación de Micaela, no creo que le moleste que tome una siesta aquí.
•••
—Chase despierta, despierta —escuche una voz llamándome mientras que me agitaba de lado a lado.
—¿Que ocurre? —dije aún adormilado. No había dormido casi nada en el avión porque nos tocó junto a un bebe que no paraba de llorar. Realmente moría de sueño.
—Terminé de ordenar tu cuarto, ahora cuéntame.
—Mica déjame dormir 5 minutos más —respondí en un bostezo.
—Solo cuéntame y te dejare dormir todo lo que quieras.
—Bueno te contare —me incorporé en la cama. Me pesaban los parpados realmente. Sin pensarlo solté —cuando me dijeron que te ibas yo me puse muy triste y decidí besarte mientras dormías tu última noche, fin.
—¿Me besaste a los 8 mientras dormía? —¿Acababa de revelar mi secreto?
—No me reclamarás por algo que pasó hace años. ¿O sí? Era un niño.
Cerré los ojos mientras que escuchaba pasos saliendo de la habitación. ¿Se habrá molestado? Me quede pensando en eso hasta que finalmente me quede dormido de nuevo.
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Un reencuentro inesperado...
Novela JuvenilMicaela era una chica de 16 años nacida en Inglaterra. Ella era muy feliz con su familia, pero no todo era color rosa. Cuando ella cumplió 8 años su padre murió. Sofía, su madre, decidió que lo mejor sería mudarse a México, dejando a su gran amiga...