Una Regalo Complicado

cap 3

Comenzamos

Naruto se quedó dormido en el momento en el que ambos terminaron, los días de misiones dejan cansado el pobre cuerpo. Por lo tanto el azabache lo limpio muy bien para dejarlo dormir el día siguiente lo tenían libre y no se sabe cuántos más, además los dos viven solos.

Tengo que preparar algo de comida para Naruto, despertara con hambre aunque creo que le gustaría comer ramen pero si hago sopa de miso podrá comer el ramen despues.

Quiero que se sienta a gusto mientras está en casa.

Sasuke preparaba la sopa de miso como había pensado pero no salía bien recurrió al segundo plan el recetario de su madre que se encontraba en casa a pesar de los años, por lo tanto no era difícil hacer la sopa, era bueno siguiendo instrucciones.

Naruto se despertó solo en la cama y buscando a sasuke escuchó un ruido a bajo, bajo con calma las escaleras y era sasuke que tenía la cocina desordenada.

- Sasuke ¿qué pasó aquí? – miraba de un lugar a otro, quedando su vista en Sasuke.

- Intentaba preparar comida para nosotros pero termine con la cocina así- sonrió dejando el delantal de lado.

Mira todo atrás con fatiga y arrepentimiento por la estufa -Entonces hagamos la juntos.

-Ah no mira, pero prepare sopa de miso siéntate y prueba.

Naruto noto que sasuke era diferente cuando estaba con él sus palabras eran más fluidas y se veía un poco más ¿feliz? Pero le gustaba ver a su chico así de feliz.

- Sabe bien, me gusta – dejo la larga cuchara de lado y miró a Sasuke.

- Entonces yo también comeré, adelante sírvete lo que quiera ice mucho para dos personas.

Pasaron los meses y Naruto y Sasuke seguían viéndose en las noches, despues de sus misiones y de vez en cuando Naruto que quedaba a dormir en casa de sasuke...

...pero las cosas no iban tan bien como las pensaba, Sasuke estaba cambiando un poco sus expresiones eran más frías su tono de voz no era tan vivo como antes.

Narra Naruto

Ciento que no es el mismo será que ya no me ama como tantas veces me lo decía cuando estábamos en completo placer, o solamente fue un momento que tuvo de estar conmigo

Voy a buscarlo y hablar con el así aclararemos muy bien las cosas

Naruto se dirige a buscar a Sasuke con algunos de sus clones él estaba en un parque y así que el verdadero Naruto se dirigió al lugar donde le habían dicho que estaba.

-Sasu...-intento gritar Naruto cuando se percató de la mirada que tenía Sasuke

Se tomó la libertad de observarlo mientras pasaban las horas, se oscureció y Sasuke se estaba levantando para irse pero Naruto lo detuvo cogiendo su mano

- Sasuke tenemos que hablar- sus palabras salieron un poco bajitas y temerosas, realmente tenía miedo de que ese noche fuera un final para ambos

- Si dime - hombre frio sin corazón, cualquiera hubiese dicho aquello si tan solo lo hubiese visto

Tengo que decirle o no estaré cómodo con todo esta situación.

- ¿No me amas? – escondió su mano en el suéter, sonriendo como siempre lo haría si de Sasuke se trataba.

Los ojos de sasuke se abrieron como platitos sorprendido por las palabras del rubio

-Be...

No termino de hablar, ni siquiera articular la palabra cuando de los ojos contrarios empezaron a salir lágrimas, de esos hermosos ojos color cielo.

-Naruto, amor yo.... No es eso, yo te amo, te amo demasiado.- limpio sus mejillas.

La gente ya empezaba a mirarlos Sasuke jalo la mano de Naruto y lo llevó a un lugar alejado de las personas, necesitaban privacidad.

Limpio sus lágrimas que continuaron cayendo pidiendo una explicación.

- ¿Por qué siempre estás distante? ¿Por qué ya no me miras igual? - le pregunto.

- Bebe te amo y mi amor no cambiara solo busco otra cosa pero no pienso dejarte por algo tan absurdo – hizo un gesto de desinterés y siguió viendo a Naruto.

- ¿Qué es? explícame de una vez.

- Quiero mi clan, no quiero sentirme solo en esa gran parte de la aldea – donde solo soy yo.

- Quieres hijos - absorbió de su nariz, sintiendo más dolor de lo habitual.

- Si Naruto, ese siempre ha sido mi sueño... Mi gran meta pero me enamore de ti y quiero seguir contigo – se acercó hasta él, abrazando la piel tibia.

Nos leemos bombones