El principio de las mentiras

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Capítulo 1

El principio de las mentiras

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[22 de octubre de 2011]

11:43 PM

Se despertó con un sobresalto, cubierto en sudor, jadeando y buscando aire. Se quedó quieto, sus ojos corriendo en rededor, intentando ver en la oscuridad. Tanteando durante un momento, encontró su varita y efectuó el hechizo Lumos sin palabras, moviendo lentamente la mano en un amplio arco. Cuando se convenció de que no había visitantes no deseados en la habitación, se recostó de nuevo en las almohadas y suspiró.

Respirando profundamente, se concentró en calmar su corazón galopante mientras se pasaba una mano por la frente. Ginny se movió a su lado, y él se giró para encontrarla mirándolo con ojos cansados.

—¿Harry? ¿Qué pasa? —gruñó, sus palabras espesas por el sueño.

—Nada, vuelve a dormir —susurró él. Ella lo miró durante un momento largo antes de asentir y girarse.

Él la miró mientras su respiración se ralentizaba, y una vez estuvo seguro de que ella estaba bajo la calma del sueño, agitó la varita y murmuró unos cuantos hechizos. Cuando todos los encantamientos protectores estuvieron en su lugar, depositó la varita en la mesilla de noche, abrió uno de los cajones y, tras hurgar un poco, sacó un pequeño frasco. Entornó los ojos sobre la etiqueta, descubrió que era el equivocado y, después de rebuscar por un momento más, encontró el correcto: un frasco de la poción para dormir sin sueños.

Vaciando en su garganta una cantidad considerable del líquido, lo devolvió a su sitio y se metió bajo las sábanas, subiéndoselas hasta la barbilla.

Miró al techo hasta que sintió el arrastre familiar de la inconsciencia tirar de sus sentidos, y voluntariamente se rindió a él mientras lo conducía bajo su velo de negrura.

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[23 de octubre de 2011]

10:51 AM

—¿Vuelves a tener pesadillas?

Asintió mientras Hermione colocaba una taza humeante de té en la mesa y descansaba en la silla en frente de él.

—¿Lo sabe Ginny?

—Claro que no.

—¿Cómo es que no?

Él rodó los ojos y dijo:

—Porque no se lo he contado. ¿Por qué crees?

Hermione frunció los labios y entrelazó las manos.

—Entonces, ¿cómo es que me lo estás contando a mí, mientras que tu esposa no lo sabe?

—Si no querías que te lo contara, deberías habérmelo dicho antes de que...

—No me refería a eso —cortó ella, sacudiendo la mano—. Lo que quería decir es que me sorprende que hayas acudido a mí primero.

—Eres mi mejor amiga, Hermione. ¿Qué es lo sorprendente de esto?

Ella abrió la boca para decir algo, pero un sonidito metálico vino de la cocina y ella se apresuró hacia allí. Él bebió de su té lentamente mientras esperaba que volviera, y así volvió, unos cinco minutos después, con una bandeja de galletas recién hechas en sus manos.

Depositó las galletas en la mesa de al lado para que se enfriaran y volvió a su sitio.

—Pues, como iba diciendo —comenzó mientras se quitaba los guantes de cocina y los dejaba cuidadosamente sobre la mesa—, deberías contárselo a Ginny.

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⏰ Última actualización: Sep 05, 2016 ⏰

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