A pesar de mi increíble humanidad yo era como la luna, era algo seguro que mis sentimientos cambiaban como sus fases cada mes. El sol alumbra siempre una de sus caras pero hay una que esta oculta, mis sentimientos más profundos lo más recóndito de mi alma. Sola y distante. Aunque amaba al sol el siempre estaba tan lejos, solo percibía su presencia cuando sus rayos la iluminaban en las noches frías. Siempre acompañaba a las personas que amaba, tal como la luna permanece girando con la Tierra.
