Me había levantado demasiado temprano esa mañana, aun no estaba lista mi maleta, esa misma mañana en un par de horas iría a un campamento escolar a Great Lake. Tan solo me faltaban una linterna, mi saco de dormir y una bolsa de malvavisco, los cuales guardé de inmediato.
No quería ir, en vez de eso preferiría quedarme todo un fin de semana en mi cuarto viendo netflix, jamás he sido fanática de salidas al aire libre, pero mi padre insistió, dijo que él cuando era adolescente estaba en los Boy Scouts y que salir a acampar era una experiencia inolvidable y aunque no estoy de acuerdo con eso, acepté.
Baje las escaleras algo malhumorada y salí de la casa, mi padre se ofreció a llevarme ya que no nos veríamos en una semana. Me subí a su Camry modelo del año y cerré la puerta.
Al llegar a la escuela me despedí de mi padre, él besó mi frente y me abrazómuchas memorias aparecieron en mi frente, como cuando era más pequeña y tenía pesadillas, yo le gritaba y él llegaba al instante, me daba un beso en la frente, me abrazaba y me cantaba hasta quedar dormida.
Subí al camión y como de costumbre me senté a lado de Jaz junto a la ventana, me encantan lo viajes a larga distancia, ver el paisaje, el pasto, los plantíos, etc, etc. A Jaz también le encantaba por lo cual cada vez que teníamos una excursión escolar, de ida me tocaba la ventana y de regreso a ella, me parece algo justo.
Habría estado platicando con Jaz durante el camino de no ser que me es imposible resistir el sueño que me dan los viajes en carretera, más aún si voy escuchando música.
-Despierta, Bella Durmiente- Jaz me movió un poco con el fin de despertarme -ya llegamos- me estiré y bajé del camión.
No pasaron más de un par de minutos antes de que nos dieran nuestro equipaje. Un chica nos guio a una parte del campamento, en donde yo supongo que hacen las fogatas. Nos dijo en donde estaban nuestras cabañas y con quien nos quedaríamos. Casi voy a reclamarle a la chica, no iba a estar con mi mejor amiga, y para mi buena suerte estaría con la personas que mejor me caen, Aylen Brown y su grupo de amigas. Y si piensan que estoy siendo sarcástica, déjenme decirles que... ¡Están en lo correcto!
Al llegar a la cabaña aparté una cama y acomodé mis cosas en el mueble que me correspondía, como no saldríamos de ahí hasta más tarde cuando algún consejero nos lo informara y como convivir con Aylen y sus seguidoras no era una opción, decidí sacar un libro de uno de los cajones.
Leí hasta que, como dije antes, llegó un consejero a decirnos que ya era hora de la fogata. Salí de la cabaña, pero no sin antes recibir un empujón de Aylen.
-Mira por donde caminas, bicho raro- ella río junto con las demás chicas y salieron moviendo excesivamente sus caderas. Esa chica no era una de esas personas con las que te gustaría pasar una tarde platicando y viendo películas, no, no, no, ella era una pesadilla, un demonio.
Llegué al área de fogatas, por suerte no era obligatorio sentarte con las personas que estaban en tu cabaña, así que lo primero que hice fue buscar a Jaz. Fuimos por unas ramas y saqué mi bolsa de malvaviscos y nos sentamos cerca del fuego para asarlos, en realidad ahí había muchos malvaviscos pero no está de más querer tener algunos extras, sobre todo si amas la comida tanto como Winnie Pooh ama la miel, bien... mal ejemplo.
-Vi que no te tocó buena suerte- hizo una mueca.
-No en realidad- hice el mismo gesto.
En ese momento volteé hacia los árboles y vi a John haciéndome señas para que fuera con el. Lo pensé unos segundos pero opté por seguirlo.
-Ahora vuelvo- me levanté.
-¿A dónde vas?- me miró curiosa.
-Voy a caminar- esperaba que no quisiera acompañarme.
-Bien, no tardes ni te pierdas- me guiñó el ojo y suspiré aliviada mientras me dirigía al lugar donde supuse que John fue.
Al llegar al lago lo busqué y solo podía preguntarme para que me buscaba si a fin de cuentas me dejaría plantada, estaba a punto de volver con Jaz hasta que...
-¿Buscas a alguien?- escuché una voz chillona que definitivamente no era la de John.
-Aylen ¿Qué haces aquí?
-Nada, solo quería hablar contigo- ¿Hablar conmigo? Pero si era John el que me buscaba. Iba a preguntar sobre qué quería hablar en vez de eso solo crucé los brazos y me volteé. No logré dar mas de dos pasos sin escuchar de nuevo su voz, la cual ya me tenia harta.
-Esta bien, vete, pero antes escúchame- su tono de voz era amenazante -aléjate de John- ¿Es en serio? ¿Otra persona que me dice que me aleje de el? La única diferencia es que John me lo había dicho en forma de suplica, como si estuviera preocupado y como si hubiera algo malo en el, algo que no sabia. Claro ¿Cómo quiero saber todo de el si apenas lo conozco? Pero Aylen lo dijo amenazantemente.
-No tienes ni el derecho, ni el poder para hace que deje de verlo-
-Tengo el derecho y el poder- en ese momento sentí sus manos en mis hombros empujándolos con fuerza haciéndome perder el equilibrio, lo cual provocó que cayera al lago. No lograba entender que sucedía, sabía nadar y bien en realidad, pero no podía moverme, algo me lo impedía, solo sentía como mi cuerpo se hundía, no podía hacer nada, sabia que moriría, sentí como ya no tenia oxígeno, mi vista se nubló, solo alcance a ver como alguien se arrojaba al lago y nadaba hacia mi, en ese momento perdí el conocimiento.
Hubo un segundo en el que abrí los ojos, ya estaba fuera del agua, más no me sentía del todo segura, mi respiración era agitada y mi vista seguí nublada, solo pude ver a un chico, no pude distinguir quien era, pero vi que de su espalda emergían grandes alas, cubiertas por plumas blancas ¿Estaría soñando? ¿Ya estaría muerta y estaba en el cielo? Quería saber quien era pero estaba demasiado débil, no pude seguir consciente, mis ojos se volvieron a cerrar sin que yo lo indicara.
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¿Como Es Que Me Enamoré De Ti?
De TodoMaiara Stewart es una chica de 17 años, la cual está obsesionada por los libros, especialmente libros de ángeles y para ella está más que claro que los Ángeles y los demonios no existen, pero después de conocer a Dane su vida cambió por completo, de...