Un sueño hecho realidad [Mario B]

Esto es solo el comienzo...

Me desperté por los rayos de sol queme pegaban directamente en los ojos, vi la hora, 9:00am, lo sabía no soy muy buena levantándome temprano, me levanté de la cama con un gran salto. Fui directo a mi armario, elegí un outfit lindo y casual , entonces agarre: una blusa blanca tipo campesina, unos jeans azul claro, y mis adidas superstar.

Me di una ducha rápida, Salí de bañarme e hice todo lo que tenía que hacer (o sea, secarme, ponerme crema y todo ese tipo de cosas), me maquille muy poco y me arregle el cabello y en menos de 30 minutos ya estaba lista.

Estaba muy ansiosa, en verdad no sabia lo que iba a suceder, ahora mas que nunca estaba confundida y no se si eso es bueno o malo, es que habiendo tantas chavas, o sea tiene mas de 2 millones de fans ¿Por qué yo?... bueno ahora lo único importante para mi es llegar con mario.

Como no había nadie en mi casa que me pudiera llevar al Starbucks donde Mario y yo habíamos quedado tuve que pedir un Uber y este se demoro un poco, bueno solo 5 minutos pero para mi ese tiempo parecía eterno.

En el camino por mi mente no pasaba otra cosa que no se relacionara con Mario ¿Me entinden? Por ejemplo que fuera todo una broma y me dejara plantada. Cada vez me iba acercando mas y mas y entre mas me acercaba mis nervios iban aumentando de poco a poquito, cuando llegue ahí estaba Mario parado en la entrada con un ramo de rosas...

¡oww!

No pude evitar ponerme ruborizada y sacar una pequeña sonrisa al ver el detalle tan lindo que Mario había tenido conmigo, me ponía aun mas nerviosa saber que estaba ruborizada y que el podría notarlo, bueno pero ya no podía retroceder ni salir corriendo del lugar y ahora solo tenia que disfrutar de este momento tan especial.

Me acerco a Mario tomando un poco de aire.

-Hola te ves muy hermosa- Me dice.

-Gracias (no pude evitar ruborizarme nuevamente)

-Toma estas rosas, son para ti, espero y te gusten.

-Mil gracias bebé. ahhh perdona quise decir Mario.

-No, no te perdono por el simple echo de que me gusta que me digas así.

-Es un gran detalle, te lo agradezco mucho.

Los dos reímos.

-Bueno y que te parece si tomamos un café' o dime que se te antoja mi niña?

-Un café y una rebanada de pastel me parece perfecto.

Después de eso tomamos una mesan y hablamos un buen rato.

-Y cuéntame ¿Qué tipo de música te gusta?-Me pregunta.

*Mario no dejaba de verme y una vez más me ruborice*

-¿Qué pasa?

-Nada, simplemente que me pongo nerviosa de que me mires de esa manera.

-Es que no puedo resistirlo, ya no aguanto más esto, necesito confesarte que me atraes desde ayer que te vi en esa convivencia...

Quede sorprendida al escuchar decir eso a Mario, que yo le atraía. En ese momento solo quería gritar, gritar y gritar. ¿Esto es verdad o es un sueño? Me pregunte a mí misma, pero al parecer lo dije en altavoz.

.No hermosa esto no es sueño, esto es verdad.

No pude evitar sacar una sonrisa de mí y no sabía que decirle. Me quede callada a lo cual Mario respondió.

-No te gusto como hombre sino como ídolo, ¿verdad? Perdona por ser tan atrevido, pero me matas con esos ojos y esa sonrisa encantadora.

Si supieras que me muero por ti desde que vi tus vines. Ahora si solo lo pensé y no lo dije.

-En verdad no sabes cuánto me gustas.- Le dije.-Te amo y te admiro demasiado, siempre has sido mi ejemplo a seguir en cuestión de sueños y así, solo que nunca pensé que esto pasaría, ni me lo llegue a imaginar, Mario no sabes lo feliz que me haces , esto es un sueño hecho realidad, te amo y jamás quiero que esto termine, si es un sueño no quiero despertar nunca.

-No sabes cuanta falta me hacía escuchar eso, sé que esto es solo es el comienzo de algo muy importante para los dos y estoy seguro de que esto no terminara muy pronto, por lo menos no en esta vida.

-Me lo prometes?

-Si hermosa, recuerdas el #SiempreJuntos?

-Sí.

-Pues así será estaremos siempre juntos.

Estaba mega feliz por todo esto que está pasando. Pasamos toda la mañana hablando en el Starbucks, me hacia reír con sus chistes y él era muy atento.

-Princesa quieres ir a Sixflags, sé que suena muy infantil pero...

-Shhh-lo interrumpí- Me fascinaría ir ahí contigo.

Ambos salimos del Starbucks y de la nada el entrelazo su mano con la mía, yo solo me ruborice (como siempre).