10. ¿Secuestro?

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{En el capítulo anterior:

Querida Elba Suerero, si tengo suerte esta ves ni tu ni yo acabaremos mal.

"—Antes me hubiera gustado sacar bandera blanca a la vida, y rendirme en este mundo.—"
"—¿Y por qué no lo hiciste?—"
"—Al parecer la vida vio mis intenciones y decidió envíame algo que me hiciera ver lo fantástico que es el mundo.—"
"—¿Y  que fue lo que te envío?—"
"—Fuiste tu.—"}
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Capítulo diez.

¿Secuestro?

—Y esta sera tu habitación. —Le dije a Logan mientras le abría la puerta.

—Perfecto, ¿tienes Nutella? La mía se acabó en el viaje. —Le miré entrecerrando los ojos. Hay una norma familiar aquí. Jamás aceptes que tienes Nutella, si lo aceptas te acabarán hasta tu última reserva, pero...

—No, tenemos que ir a comprar. —Dije cruzando los dedos por mi espalda. Él asintió.

Le dejé arreglando sus cosas, pero lo último que vi fue como enviaba un mensaje. Abrí los ojos y empecé a correr como si mi vida dependiera de ello. Si negabas la existencia de la Nutella en tu hogar, debías atenerte a las consecuencias de tu mentira.

No puede ser. No, no, no, no, no y no. No se atreverá. Fui a la cocina y abrí los estantes especiales. Vacíos. Nuevamente corrí hacia mi habitación y abrí mi armario. Me dirigí había una caja. Vacía. Salí del armario y moví la cama. En el suelo había una pequeña rampa que daba a un espacio secreto. La abrí. Una nota.

"Mentiste.''
''Atte: L&A.''

Me arrodille y con ambas manos señalando al cielo grite un "No". Al parecer los mellizos habían empezado. Y yo era la primera que se metió con ellos.

Por la puerta entro Cass que seguramente había sido atraída por mi grito.

—¿¡Qué pasa!? —Preguntó preocupada.

—Llama a la policía. Han secuestrado toda la reserva de Nutella que tenía. —Vi que me miró y se fue cerrando la puerta.

«Se han metido con la persona equivocada.»

Nadie se mete con Camille y SU Nutella.

«Esto es para una batalla. »

Me levanté y me dirigí a la habitación de mi primo.

—¿¡Dónde esta!? —Pregunté de golpe haciendo que se espantara.

—¿Quién mi querida prima? O mejor dicho, ¿qué? —Preguntó burlón. —¿Buscas lo que no había? ¿La Nutella?—

—Bien, había Nutella. ¿Dónde la dejaste?—

—Esta guardada. —Y sentí la luz, típica de las películas de comedia o series animadas, encenderse encima de mi cabeza.

—Muy bien. —Camine "distraídamente" por la habitación buscando los objetos que librarian a mis bebés. Y entonces lo vi, disimuladamente me agaché y cogí ambas cosas. —Gracias por la información. —Sin que se diera cuenta de lo que hacía,

Con una sonrisa maliciosa entre a mi habitación. Oh no. Nadie se mente conmigo.

Pronto se escucho un grito fuerte y la puerta de mi habitación se abrió de golpe.

—¿¡Dónde están nuestros teléfonos!?— Preguntaron a la vez los mellizos.

—¿Dónde esta MI Nutella?— Pregunté con una sonrisa.

NO SOMOS RUBIOS HUECOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora