Prólogo

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- Qué aburrimiento.

Estoy en medio de la clase de lengua, dándole vueltas a un boli entre los dedos, intentando hacer más llevaderos los últimos 30 minutos de clase. La profesora no para de hablar de cosas que no me interesan en absoluto, al igual que al resto de la clase, que hacen cualquier cosa con tal de no dormirse, aunque muchos no lo consiguen y pasan la hora en sueños.

- Qué aburrimiento.

- Cállate ya, me he enterado, que lo repitas solo lo hace peor. - responde mi mejor amiga y compañera de sitio, Ángela.

- Discúlpenme, señoritas, ¿tienen algo que comentar?

Claro, tu cara de sapo, por ejemplo.

- No, profesora.

- Está bien, pues como iba diciendo, ustedes y todos sus compañeros tendrán que hacer una redacción de un mínimo de 2000 palabras sobre su último viaje al extranjero, si no han hecho ninguno simplemente pueden hablar sobre uno en el país o inventárselo. El caso es que la quiero hecha para el viernes que viene. Aquí termina la clase, pueden irse.

La reacción es inmediata. Los que estaban dormidos se despiertan repentinamente y toda la clase inicia un proceso de escasos segundos de duración que consiste en abandonar la clase lo más rápido posible. Por mi parte, me dedico a recoger las pocas cosas que tengo sobre la mesa y esperar a que todo el mundo salga, riéndome por dentro. No podría haberme puesto mejores deberes. Y es que mi último viaje fue un tanto peculiar. La única pega es que voy a tener que escribir mucho.

- Sara, ¿nos vemos esta tarde?

- ¿A las 9 te parece bien?

- Vale, te mando un whatsapp luego.

- ¡Hasta luego!

Y así, señoras y señores, es como se hace un plan para salir con tu amiga.

Tras un rato esperando en medio de una marabunta humana para salir del instituto, voy corriendo a casa para empezar con mi redacción. Parece raro que tenga ganas de hacer los deberes, pero quiero cerrarle esa boca de sapo a la profesora de una vez por todas y ésta es la oportunidad perfecta para hacerlo. Para que sepáis de lo que hablo, os contaré también a vosotros cómo fue mi viaje. Allá vamos.

"Mi nombre es Sara Díaz, tengo 17 años y ésta es la historia de mi último viaje."

Un viaje por lo desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora