-¿Teneis hambre?- Preguntó Lucia.
-Mucha- Respondió Niall sonriéndome
-¿Y tu ______?
-Yo creo que mejor me voy.
-No, no te dejaré irte sola, come con nosotros y luego Niall te llevará a casa.
-No tengo ningún problema- Dijo él.
-Está bien.
Fuimos a la cocina y Niall y yo nos sentamos en la pequeña mesa mientras Lucia servía la comida.
-¿No eres de aquí verdad?
-No ¿Cómo lo sabes?
-Si te hubiese visto créeme que lo recordaría.
-¿Enserio?- Alcé una ceja.
-Claro- Sonrió.
Es tan lindo, me dan ganas de apretarle los cachetes como las abuelas, es tan solo un niñito.
-¿Cuántos años tienes?
-Diecisiete.
¿¡Qué!? ¿Dijo diecisiete? No es posible, yo tengo quince y los represento bien pero él se ve de mi edad como máximo de dieciséis años recién cumplidos.
-¿Y tú?
-Quince- Sonreí.
-Eres pequeñita- Dijo Lucia.
-Lo sé- Levante los hombros.
-Lucia, tu tienes su misma edad- Dijo Niall.
-Tienes razón, y tambien soy la que cocina, lava, limpia... Quieres que siga Horan?- Dijo Lucia contando cada una de las actividades con los dedos.
-No, no hace falta hermanita ¿Y cómo llegaste aquí?- Preguntó Niall cambiando de tema.
-No quiero contar esa historia otra vez- Respondí haciendo una mueca.
Él me miró con una tierna mirada diciendo “por-favor-cuéntame-di-que-sí”
-Está bien- Suspiré- Iba a casa de mi abuela y unos chicos empezaron a seguirme, me alcanzaron y uno me agarro del brazo así que le pegué y salí corriendo desesperada y toqué la puerta aquí y bueno, Lucia me abrió la puerta y me salvo de lo que sea que me hubiesen hecho esos idiotas.
-¿De verdad?- Abrió los ojos grandes y yo solo moví de arriba abajo mi cabeza- Yo conozco a todos aquí tu solo dime y yo me encargo de esos imbéciles- Dijo molesto.
-No lo sé, eran tres y estaban con capuchas así que no sabría describirlos bien.
-Si te enteras de quienes son dime y yo arreglo todo- Dijo aun molesto.
-Cálmate fiera- Dijo Lucia poniendo un plato de comida frente a cada uno.
-Amo la lasaña- Sonreí- Gracias.
-De nada, agradéceselo a Niall es su comida favorita y me obliga a hacerla cuatro veces por semana- Dijo mirandolo mal.
-Eso es verdad- Dijo con la boca llena.
Se veía tan encantador comiendo, como un monito que no sabe comer.
-También es mi comida favorita.
-¿Enserio?- Preguntó con la boca llena y sucia.
-Sí- Reí.
-Niall, come como una persona normal.
-Tú también comes así- Volví a reír por el comentario de Niall.
-No mientas - Lucia se sonrojo.