Lɪᴛᴛʟᴇ Pᴇᴀᴄʜ ♡ YUTA.

018.

—creo que esta sera la ultima vez que nos veamos

nuestras miradas se conectaron y me vi forzado a soltarla y sostenerme de algo, pensé que me caería, ella bajo la vista y jugo con sus manos, era como si tratara de ocultar sus lágrimas.

—¿estás de coña verdad? — murmuré, pero ella sólo seguía jugando con sus manos — tu de verdad lo estas, ¿he oído mal? diablos peach deja de jugar con mis emociones o explotaré, ¿como puedes pensar en que te dejaré después de esto?

—basta ya yuta— sus palabras me callaron, ella alzó su vista hacia mi y en sus ojos pude ver algunas lágrimas — te he ocultado muchas cosas ¿sí? lo hice por que pensé que no eran necesarias que las supieras, pero hoy, han caído sobre mí tan fuerte como un balde de agua fría que ya no puedo contenerlas más,— traté de abrir la boca para hablar pero ella sólo alzó un dedo, haciéndome callar— odio que me llamen peach en primer lugar, así que puedes empezar a llamarme por mi nombre verdadero, creo que para eso mis padres me lo otorgaron antes de morir¿no crees?

peach, o debo decir, mitsuba, me miró con cierto enojo, ¿donde había quedado la dulce chica que solía llamarme hermano mayor? por qué, sinceramente no la conocía más

—segundo, hace mucho te dije que me mude a este asqueroso lugar por calma ¿no? y el doctor me imagino que te ha dicho que no es la primera vez que vengo y tu muy bien sabes que fumo, no entiendo por que el drogarme te sorprende; puedes ir uniendo las piezas y sacar tus propias conclusiones — guardó silencio y me dejó pensar un momento — ¿y bien?

—n-no lo sé ¿eres drogadicta m-mitsuba? — hablé con temor y ella rió amarga

—que mal suena ¿no?— no dije nada — pero bien, he decidido que necesitó deshacerme de este mal hábito yuta, pero decir y hacer son dos cosas muy diferentes y el hecho de que hoy te lo diga no significa que sea tan fácil para mi hacerlo sola.

—¿estas hablando de ir a rehabilitación pea...mit-mitsuba? lo siento — ella se encogió de hombros

—es lo recomendable— asentí y ella suspiró — esa era la tercera cosa yuta, si quiero rehabilitarme debo hacerlo ahora mismo, fuiste alguien muy importante en mi vida, sin ti probablemente hubiera muerto en verdad, no tenia a nadie en quien confiar cuando murieron mis padres y tu apareciste en el preciso momento, gracias por eso, pero...

—¿soy un mal recuerdo para ti?— murmuré cómo si aquello me costara decirlo, ella asintió y entonces el corazón se me hizo trizaz— te entiendo, soy un recuerdo de la dura que fue la muerte de tus padres y eso jamás te dejara quieta ¿no es así?

otra vez el silencio reinó la sala, peach seguía pensando sus palabras y yo contenía mis lágrimas, en la puerta nagisa me miró por la ventanilla sonriendo, si supiera lo que en realidad pasaba.

—me gustas mucho mitsuba— solté finalmente, esperé sorpresa en sus ojos, o quizás temor, sin embargo ella me miro neutra

—eso lo sabía yuta— ella suspiró y el sorprendido por sus palabras — tengo 16 años, pero no soy tonta, por algo te conté esa historia hace unos días.

—¿estabas tratando de alejarme?

—estaba tratando de que te dieras cuenta de lo miserable que eso sería.