2. Un pelirrojo un poco borde, grupos de rock y Madrid

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Lunes. 9:30.

Me despedí de Nath tras haber completado mi inscripción, y salí de la sala de delegados. Me encaminé hacia el patio, donde esperaría hasta que empezaran las clases después del patio.

[...]

Divisé un árbol muy alto, y parecía que era un lugar solitario. Era mi lugar perfecto. Saqué el libro que estaba leyendo de la mochila, junto con mis cascos y me senté. Enchufé los cascos al móvil y dí al play a mi lista de reproducción; abrí el libro por la página en la que me había quedado la noche anterior, y empecé a leer otra vez.

Ah, el paraíso. Nada podría arruinarme ese momento.

[...]

- Eh. - me llamó alguien la atención, haciendo que me quitara uno de los auriculares. - Estás en mi sitio. - un pelirrojo con cara de pocos amigos me llamó la atención.

Al parecer, mi momento de relax no duró mucho.

-¿Acaso pone tu nombre en algún lado? - respondí arisca, mientras me colocaba el otro auricular en su sitio otra vez.

- La verdad es que sí. Date la vuelta. - me dedicó una sonrisa pícara mientras veía que me iba a girar.

Y, como el pelirrojo malhumorado me había avisado, había un nombre tallado en la corteza del árbol.

Castiel.

- Vaya, encantada de conocerte, Castiel. - nunca había oído un nombre como ese, ni sabía que significaba. Solamente sabía que me gustaba. Y mucho.

- Buenas, tabla de planchar. - me guiñó el ojo. ¿¡Acaso estaba diciendo que no tenía pecho!?

- ¿Tabla de planchar? ¿En serio? ¿No había nada mejor? - dije un poco enfurecida. Estaba claro que yo no era una tabla de planchar.

- Es cierto, voy a tener que buscar otro apodo para tí. - dijo mirándome de los pies a la cabeza. - Lo de tabla de planchar no te va mucho.- Sonrió. Fue una de estas sonrisas que normalmente te dan cuando intentan ligar contigo.

- ¿Y qué tal sí me llamas por mi nombre? No sé eh, digo yo.

- Y, dime, chica que no es una tabla de planchar, ¿cuál es tu nombre? Y lo más importante de todo, ¿por qué estás en mi sitio?

- Soy Gaia, y bueno, estoy en tu sitio porque, para qué mentirnos, se está de puta madre.

- Eso ya lo sabía, por algo lo escogí. - me sonrió. Otra vez. Qué sonrisa más bonita.

Y qué ojos.

Y qué todo.

[...]

Después de haber estado escuchando música un rato bajo la atenta mirada de Castiel, ví que metía la mano en el bolsillo pequeño de su mochila, y sacaba una cajetilla de cigarrillos.

- ¿Quieres uno? - señaló con el mentón la cajetilla.

- Sí lo ofreces no te voy a decir que no. - Yo no fumaba mucho, es más, casi nunca fumaba. Solamente cuando estaba con ciertos amigos, o me apetecía. Abrió la cajetilla y me dió uno.

-¿Tienes fuego? Se me ha debido perder mi mechero.

- Sí, claro. - Abrí la mochila, y saqué mi mechero de La Raíz, mi grupo favorito, y se lo tiré.

(N/A: En este Fanfic, en vez de que a Castiel le guste Winged Skulls, le gustarán varios grupos de rock español, pues es con lo que me siento más acorde escribiendo. Nada más, sólo eso)

- Vaya, así que la nueva tiene buen gusto musical. - observó mi mechero, y despues me miró fijamente.

- Oh, ¿hablas del mechero? Pues claro, La Raíz es genial. ¿Les has visto alguna vez en directo? Son aún mejores que en disco, y mira que es difícil. - siempre se me saltaba la sonrisa de tonta al hablar de mi grupo favorito, o de otros muchos que me gustan.-

- ¿Les viste en directo? No jodas, ¿dónde? - se encendió el cigarrillo y me lanzó el mechero para que hiciera igual. Tras encendérmelo yo, lo dejé en el suelo, entre nosotros dos.

- Sí, en el pueblo donde vivía antes de mudarme a Madrid. Fue genial. - Ese concierto es el mejor recuerdo que tengo del verano. Una noche con mis mejores amigos viendo al mejor grupo de estos tiempos, mucho kalimotxo y risas. Echo muchísimo de menos a mis mejores amigos. Quiero verles de nuevo, y pasar tiempo con ellos

- ¿No vivías aquí antes? - negué con la cabeza, y le dí una calada a mi cigarrillo.- Bueno, entonces no conocerás la ciudad todavía. - negué otra vez, y me fijé que Castiel sacaba otro cigarro, pues ya se había acabado el que se iba a fumar conmigo. - Bueno, pues esta tarde te espero a las 17:00 en la salida de Montera del metro de Gran Vía, que nos vamos a dar una vuelta por el centro.

Dicho eso, apagó su cigarro, se levantó y se fue.

- Hasta más tarde, pequeña no-tabla con buen gusto musical.

Vaya, dos amigos el primer día. No vamos mal, pero nada mal.

Más luego contar que uno de ellos me va a enseñar Madrid.

Creo que el cambio de aires me ha venido bien.

Y muy, pero que muy bien.

[*****]

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¡Hasta más ver!

deltoya

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