Apaga la cámara - iLeoVlogs y WildHater

-Parte única-

El fanfic será narrado por WildHater.

Estaba realmente nervioso, mis manos sudaban y apenas podía teclear con agilidad para hablar en la conversación que estaba teniendo. 

Otro mensaje de Eli.

¿Tú qué, no contestas?

A lo que respondí que estaba tan nervioso que me era imposible de contestarle, y más que iba caminando por la calle y había un 95% de posibilidades que me estrellase contra algo. 

Me encantaba que ella me apoyase en esto, y sí. Fue mi pareja durante mucho tiempo, y sí la amé con locura y con todo mi corazón, pero ella también me enseñó lo que realmente me gustaba, y es que no podía seguir engañandome a mi mismo. 

Me gustaban los hombres. Y gracias a ella, con sus charlas, y con su gran capacidad para escuchar y comprender, pude ser feliz y libre de expresión. Aunque mis seguidores seguían pensando que estaba con Eli, que ahora era mi mejor amiga, tampoco tenía prisa por contarlo. 

Llegué a su casa y toqué el telefonillo. 

-¿Sí? - escuché de su voz, que me hizo erizarme.

- Soy yo. Abre. - y escuché el sonidito de la puerta, indicándome que empujase la puerta y así lo hice. 

Una vez en el ascensor, le mando un mensaje a Eli, diciéndole que ya estaba en su casa, ella me deseo mucha suerte y yo simplemente le di las gracias de una forma cariñosa.

Estaba frente a su puerta,  y las manos me sudaban más aún. Antes de tocar el timbre pensé en lo que sucedió la última vez que estuve en su casa. Cómo después de grabar nos pusimos a ver una película, cómo dos amigos lo hacen, y es tan corriente. Pero en un momento, nos pusimos cómodos, él con su cabeza en mi hombro. Y cómo cuándo estaba totalmente desprevenido, me agarró el mentón y me besó. 

Recuerdo cómo en ese momento mi sangre se heló y entré en pánico. Pensé que hasta ahí había llegado nuestra amistad, y que después de ese beso, nada volvería a ser igual.

Pero no.

Después de esa noche en la que ambos compartimos besos inocentes no pasó nada. Nuestras siguientes conversaciones de whatsapp eran cómo todas las que habíamos tenido antes del beso, y en cierto modo, se lo agradecía, ya que no quería perder su amistad. 

Me armo de valor y pico al timbre. Y en menos de diez segundos, ahí está frente a mí. Con su pelo rubio, que tanto me metía con él por que era más claro que el mío, sus hombros y torso tonificados del gimnasio, que iban a la perfección con su altura, que me hacía sentirme pequeño, y ahora, sólo quería colgarme de su cuello para que me besara cómo la última vez. 

Pero, evidentemente, eso no pasa, simplemente nos damos un abrazo. 

- Ey, ¿qué tal tío? - me pregunta. 

- Bien.- digo sonriendo y me siento en su sofá.

El ya ha colocado la cámara en el trípode, todo está listo para grabar. 

- Verás que paliza te voy a dar.- dice tocando unos botones de la cámara. Terminando de prepararlo todo. 

- No te creas he estado leyendo algo de catalán, eh.- digo levantando las cejas.

El se sienta a mi lado.

- Ey - dice golpeándome el hombro - eso es trampa. 

Ambos reímos. Pero en seguida miramos a cámara. Contamos hasta diez y él empieza a hablar.

- ¡Hola morbosos! Hoy estoy con, ¡PAW! el señor WildHater.- dice señalándome. 

- Pero a ver, ángel iluminador de mi existencia, ¿¡porqué siempre tienes que hacer ese saludo de mierda!?