Te habia dado todo. Te habia regalado todas mis sonrisas y habia guardado otras para cuando más lo necesitabas. Porque sé que tú también tienes tus días malos. Te habia dado abrazos cuando lo pedías. Y cuando no, también. Te habia besado todas las veces que habia querido. Que solían ser muchas. Habia permanecido en silencio a tu lado cuando no querías escuchar ni una sola palabra, cuando sólo necesitabas compañía. Incluso estuve ahí cuando ni tú mismo estabas. Y habia intentado acortar distancia siempre que habia podido.
Te di tanto que a veces se me escapó una lágrima. Alguna mala palabra. Algún genio, malos modos. Incluso algún portazo. Te di tanto que en algún momento te hice sentir incómodo. Incluso puede que hasta infeliz. Te di besos en la cara cuando estaba más enfadada que nunca y no me apetecía rozar tus labios. O sí, pero mi orgullo pesaba más. Te hice sacarte de tus casillas y decir cosas que a veces ni pensabas.
