Capítulo 26. Voz

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*editado*

Ariana

Louis levantó la mirada para ver quién era la persona que había pronunciado su nombre y sonrió al reconocerla.

"Ahora vengo, preciosa." dio un beso en la punta de mi nariz y se levantó de un salto caminando hacia la chica rubia.

Vi como ella le decía algo, hablaban entre ellos y luego la mirada de ambos se posaba en mí. ¿Quién era esa chica? Y lo peor, ¿por qué coño estaba celosa de ella?

No son celos, me dije a mí misma. Cielos, esto cada día va a peor, ahora hablo sola. Estuve un rato más esperando, que aproveché para levantarme y alisar mi ropa, y poco después Louis trotó de vuelta hacia mí mientras que la rubia se alejaba.

"Listo." sonrió y le devolví la sonrisa, aunque he de admitir que no me salió muy bien eso de fingir una sonrisa verdadera "¿Estás bien?"

"Sí, tranquilo."

"Lo siento por la interrupción, pero soy tonto y me había dejado las llaves en casa. Como sabía que no iba a haber nadie en mi casa cuando llegara, mandé un mensaje a mi hermana para que me las acercase aquí cuando saliera, pero ha llegado en el mejor momento." se puso un poco rojo.

"¿Hermana?" dije dudosa y él asintió.

"Sí" rio "¿Quién pensabas que era si no?" sonrió.

"Umm, no sé." me encogí de hombros restándole importancia.

"Dímelo." sentenció aparentando estar serio mientras se acercaba peligrosamente a mí.

"No sé." repetí mientras me alejaba.

No pensaba decirle que me había puesto celosa de su propia hermana.

"Está bien, no insistiré." suspiró "Si quieres lo dejamos por hoy. Podemos aprovechar el resto de la tarde para hacer el trabajo de Geografía en mi casa." sonrió y asentí.

"Pero simplemente el trabajo." le señalé con el dedo.

"Que sí, preciosa." rio y me contagió con su risa.

"Voy a cambiarme, espérame aquí." sonrió y me dio un corto beso en la mejilla antes de correr hacia el vestuario mientras yo iba hacia las gradas a por mi sudadera.

Rápidamente entré en vestuario de las chicas, me quité la camiseta, me puse la sudadera sin nada debajo y volví a salir con la camiseta en la mano.

"¿Estás?" dije al ver que Louis salía del otro vestuario.

"Sí." sonrió.

"Pues vamos. Guárdame esto, por favor." metí mi camiseta en su mochila.

"Vamos." sonrió y ambos cogimos la mano del otro inconscientemente, aunque se iba bien así con lo que no dije nada.

Caminamos durante alrededor de cuarto de hora sin soltar la mano del otro mientras hablábamos y decíamos chorradas hasta que llegamos a su casa.

"Estamos." soltó mi mano para abrir la puerta y después entramos los dos a la acogedora casa.

Era una casa preciosa, a decir verdad. Al entrar estaba el recibidor, con unas escaleras te llevaban a la segunda planta y una segunda puerta que te llevaba al interior de la primera planta.

"¿En el salón o en mi habitación?"

"Donde tú digas." dije mientras miraba alrededor de la sala.

"Mejor arriba." sonrió y comenzó a subir las escaleras "Vamos Morris, no te quedes hay parada." rio al ver que no andaba y enseguida subí siguiéndole por las escaleras.

Llegamos a un gran pasillo pintado de un color crema y con decisión se adentró en la segunda puerta a la izquierda, llevándome a su habitación.

Las paredes estaban pintadas de color azul cielo y una cama de matrimonio cubierta por un edredón azul oscuro ocupaba el centro de la habitación. A la derecha de la puerta había un armario empotrado cuyas puertas eran del mismo tipo de madera que el escritorio que asomaba por debajo de la ventana y que las dos mesillas que se situaban a ambos lados de la cama. ¿Lo que más me sorprendió de toda la habitación? La guitarra acústica que descansaba encima de la cama.

"¿Sabes tocar?" dije mientras me sentaba en la cama y apoyaba la guitarra en mis piernas comenzando a tocar algún acorde suelto.

"Un poco." murmuró mientras dejaba la mochila de entrenamiento encima de la silla del escritorio.

"Tócame una canción." pedí mirándole con cara de cachorrito abandonado.

"No, Ariana. Hemos venido a hacer el trabajo."

"Por favor, Louis." le miré directamente a los ojos.

"Aún estoy aprendiendo, Ariana. Además, siempre se me dio mejor el canto que la guitarra." dijo sin pensar y, por su mirada, supe que al segundo se arrepintió.

"¿Cantar? ¿Sabes cantar? Oh, de esta no te libras, Tomlinson. ¡Quiero oírte!" exclamé pegando un salto en la cama.

"Ariana, el trabajo."

"Por favor, solo una estrofa." le sonreí.

"¿No hay manera de convencerte para dejar este tema?" suspiró mientras se sentaba a mi lado en la cama.

"Hasta que no me cantes no pararé." sonreí.

"Está bien, pero necesito un ritmo."

"Yo te doy el ritmo con la guitarra."

"¿Tocas?" me miró con los ojos como platos.

"Claro." reí "Pero tú ahora me vas a cantar." sonreí "¿Qué canción quieres?"

"¿Cual sabes tocar?" sonrió.

"¿'Just the way you are' de Bruno Mars?" fue la primera que había aprendido a tocar y me encantaba.

"Venga, toca." sonrió y me coloqué bien comenzando a tocar la melodía.

Poco después, su voz o, mejor dicho, su increíble voz, inundó la habitación provocando que toda mi piel se pusiera de gallina.

"Oh her eyes, her eyes make the stars look like they're not shining. Her hair, her hair falls perfectly without her trying. She's so beautiful and I tell her every day. Yeah I know, I know when I compliment her she won't believe me. And it's so it's so sad to think she don't see what I see. But every time she asks me do I look okay I say... When I see your face there's not a thing that I would change. Cause you're amazing, just the way you are. And when you smile the whole world stops and stares for a while. Cause girl you're amazing, just the way you are."

[ Traducción: Oh sus ojos, sus ojos, con los que las estrellas se ven como si no estuvieran brillando. Su pelo, su pelo cae a la perfección sin que ella lo intente. Ella es hermosa, y se lo digo cada día. Sí, lo sé, lo sé cuándo la digo un piropo ella no me cree. Y es triste pensar que no ve lo que yo veo. Pero cada vez que ella me pregunta la miro y digo... Cuando miro tu cara no hay ninguna cosa que quiera cambiar, porque eres increíble, tal y como eres. Y cuando sonríes, el mundo se detiene y se queda mirando por un momento, porque eres increíble, tal y como eres. ]

Paro de cantar y sonrió, así que dejé la guitarra a un lado.

"Tu voz." dije sin saber describirla.

"¿Canto tan mal?" dijo riendo mientras ponía cara de duda.

"¿Bromeas?" le miré con los ojos como platos "Es asombrosa." reí "Me encanta como cantas." sonrío y mordió su labio.

"Gracias." rio "Y ahora a hacer el trabajo, vaga."

Nos pusimos los dos a hacer el trabajo y cuando terminamos, sobre las ocho de la tarde, salimos de su habitación. Se había antojado en acompañarme a casa, pero al ir por las escaleras nos encontramos con dos personas inesperadas.

"Hola." saludó Louis sonriendo "¿Qué hacéis aquí tan pronto?"

The Golden Rule || Louis Tomlinson TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora