Estaba harta de escuchar al profesor de matemáticas con sus ecuaciones y toda esa mierda aburrida que no sirven para nada más que quitarte el tiempo. Levante mi mano y el profesor me dio la palabra.
—¿Si señorita Tyler? —Preguntó quitándose sus anteojos y poniendo sus brazos en su cadera como si estuviese cabreado.
—Lo lamento profesor, pero no me siento muy bien ¿puedo ir a enfermería? —Digo fingiendo sentir malestar y tocándome la cabeza.
—Claro Alice. Cualquier cosa se dirige a dirección para que llamen a sus padres y den la autorización de dejarla ir.
—Gracias. —Me levanto, guardo todas las cosas en mi bolso y me largo. Siento como Damián me mira hasta salir del salón, pero me da igual, lo que necesito ahora es relajarme, y la única que puede ayudar con eso es Álex.
Camino por los pasillos hasta llegar a la enfermería y entro. Álex está hablando por teléfono y me mira cuando se da cuenta de mi presencia. Me hace con la mano que espere y yo asiento.
—Claro... No hay problema, yo arreglo eso... Si, no se preocupe... Bien señor, aquí lo espero... Adiós. —Cuelga y me mira cansada y frustrada.
—¿Que le pasó está vez? —Pregunto sentándome en la camilla.
—¿Tu que crees? —Se sentó al lado mío y saca un porro de su delantal blanco.
—No me digas. —Le paso fuego y me asiente con la cabeza. Prende el porro y le da una gran calada.
—Exacto. Otra vez tiene diarrea. —Me pongo a reír y le quito el porro para fumar yo.
—¿Como puedes aguantar a ese viejo de mierda? —Le doy una calada al porro y siento como me relajo al instante. —Ni mis viejos soporta a esa mierda de hombre.
—Lo se. Es insoportable, pero necesito el dinero, así que habrá enfermera volada por más tiempo. —Reímos y le doy la última calada al porro y se lo devuelvo. —Y a ti ¿Que te pasó?
—El viejo de matemáticas me cae mal y me aburrí, le dije que me sentía mal y vine donde tí. Es lo único que podía hacer con él. Estoy harta de esta mierda y fingir. —Le digo levantándome. —Me voy de aquí. Gracias por el porro. Te llamo en la noche para que nos veamos en el lugar de siempre.
—Bien. Trata de no hacer show igual que la última vez. Recuerda lo que hablamos.
—Lo sé. Adiós. —Salgo de la enfermería y Álex me grita.
—¡No se te olvide echarte perfume! —Yo niego con la cabeza divertida y voy directo al baño. Álex es la única que sabe de la mierda que soy. Nos conocimos hace seis años cuando yo empecé a fumar porros, ella me ayudaba a conseguirlo y nunca a hablado de más y sabe como tapar una mentira. Es mayor que yo por seis años. Estudió enfermería y se vino a trabajar en mi instituto para ayudarme con mis problemas de humor y traer lo mejor para relajarme. Ella fue la que me salvó aquella vez.
Sacudo la cabeza para sacar esos pensamientos y entro al baño.
Después de darme un buen lavado de dientes y echarme perfume hasta por si acaso, me voy a dirección para que me den la autorización de irme a casa.
—Hola Alice. El director no esta, pero estoy yo ¿En que puedo ayudarte? —Me dice Evelyn, la secretaria. Me cae mal. Es agrandada y se cree algo que no es presumiendo dinero que no tiene. Es tan odiosa.
—Pucha. Está bien. —Le sonrío dulcemente. —Es que... Me siento bien algo mal y quería una autorización para poder irme. —Le digo tierna.
—Claro. Llamo a tus padres y te la doy cariño. —Me guiña un ojo y me sonríe. Toma el teléfono y llama a mis padres. —Hola señor Tyler, lo llama la secretaria del director. Su hija no se siente muy bien y me está pidiendo una autorización para retirarse... Claro señor... Si, no hay problema... —Se quita el teléfono de la oreja y tapa el micrófono para hablarme. —¿Fuiste a enfermería?
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Todo Es Culpa Tuya
Dla nastolatków*Es fácil que te engañen las personas... *Es fácil que te mientan las personas... *Es fácil creer en las personas... *Es fácil confiar en las personas... *Es fácil sentir por las personas... *Es fácil ser humano... (...) Todos confirman con su propi...