Demasiado tarde

Carta Dos.

Para ti, querido Nate:

Estuve toda la semana esperando este día, este momento. Este día en el que mi familia iría a tu casa a almorzar, a que tus padres y los míos pasaran un buen rato. Y yo... yo pasaría un buen momento sólo con estar a tu lado. Tú eres mi buen momento. Cuando llegamos, estabas ahí, esperándonos junto a tu familia. Te vi. Vi cómo nos observabas entrar, y como tus ojos escaneaban mi cuerpo. Seguramente los míos hacían lo mismo. Te saludé, y posaste tus tiernos labios sobre mi piel. Estoy tan enamorada que lograste electrizar mi interior como nadie lo había hecho antes.
Hablamos un buen rato. Me contaste de la universidad y de tu futuro, mientras a mí todavía me falta un año para entrar en ella, y pensar en lo que haré cuando sea adulta. No demoré en idealizar un futuro junto a ti. Mi imaginación voló tanto, que nos visualicé casándonos, teniendo nuestra primera casa, luego nuestros hijos y así hasta que la muerte nos separara.
Desgraciadamente llegó el momento de irme, y desde ese instante, ya estaba esperando la siguiente vez en la que nos veamos, para poder apreciar todo tu ser.

-Andrea

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Hola!

Quería contarles (cosa que me olvidé la vez anterior), que estaré actualizando todos los martes y viernes! Y juro que esta vez es verdad jeje
La historia ya la tengo terminada así que será pan comido (que expresión antigua por dios 😐)

De nuevo, gracias por leer! Y estoy asombrada de que, aunque sean pocas (muy pocas en comparación con otras historias) ya hayan tantas leídas 😱, de verdad, estoy sorprendida!

Graciaaas!!! Nos leemos proximamente!

Ara☆