Estaba lloviendo mientras ella caminaba, cabizbaja y con las zapatillas empapadas. El camino a casa era el mismo de siempre, doblar en la esquina de esa casa color oxidado, pasar la tienda de don Juan y caminar 5 casas calle abajo, para entrar a esa caja cuadrada llamada hogar.
Andrea era una joven de 17 años, tez clara, cabello castaño 1,65 mts. De altura, hermosa sonrisa, ese pequeño lunar bajo la nariz, labios delgados, cara redonda, ojos cafés y una voz celestial.
Vivía en casa del abuelo con su madre y su perrita Lisi. Andrea amaba a su familia, pero estaba creciendo. Se volvía rebelde y quería ser independiente, sin embargo su vida era un desastre. Ese día su cara estaba llena de agua y no precisamente de lluvia, ella había perdido a su mundo, su todo. Estaba enamorada. Aquel chico la había lastimado, la destruyó con un toque delicado.Al llegar a casa se percató de lo ya predecible, se encontraba sola y recorría cada rincón de la casa con imágenes de él en todos ellos. Subió a su habitación y Lisi la esperaba con ansias, Andrea la tomo y abrazo fuertemente, se tiro en la cama y lloro hasta quedarse dormida. Pasaron unos cuantos minutos cuando Lisi empezó a ladrar con desesperación. Andrea despertó de un brinco y se asomó por la ventana y vio a alguien salir de su jardín. Rápidamente bajo, salió para ver si era "él", pero ya no había nadie en la calle, regreso y en la puerta vio un libro. Era de portada forrada en cuero, sin título, con hojas viejas y amarillentas, y por si fuera poco estaba en blanco, no había nada escrito en él. Afortunadamente ella amaba escribir y le pareció una buena idea tener un nuevo cuaderno en el cual daría vida a sus sueños.
Una vez ya en su cuarto examinó más a detalle el libro; notó un grabado extraño, pasó sus dedos y no lograba distinguir lo que decía, lo puso en su escritorio y encendió su lámpara para poder ver mejor. El libro mostró unas letras, las cuales eran sus iniciales, por un momento se sobresaltó, pero asumió que era un regalo de "él", tal vez era su regalo de despedida, Andrea tomó su pluma y comenzó a escribir, pero las palabras se borraban, no podía escribir en ese libro, lo intentó con lápiz con tinta china y no pasaba nada en las hojas. Desesperada aventó el libro y Lisi corrió tras él, lo tomo con su pequeño hocico y se lo dejó en los pies, noto que seguía mojada, pero eso no le importaba ella quería morir, estaba muriendo de amor, una lágrima corrió por su mejilla y terminó en el libro y allí la magia ocurrió...
ESTÁS LEYENDO
Monstruos
PoetryAndrea ha vivido en los últimos años infinidad de problemas, desesperada y al borde la locura recibe este libro en blanco que diario va llenando sus paginas con cartas de quién no conoce, pero ellos a ella sí