Te invito a sonreír. Yo pago.

_Capitulo 1: 2 parte_

Me cogió de la mano y me llevo a sitios asombrosos en los cuales yo nunca había estado… es mas, no sabía ni que existían.

- ¿Te parece bien que cuente mi historia?

- Si, me encantaría escucharla, Alan.

- Yo, cuando tenía 14 años, era un completo suicida. No quería seguir viviendo en este lugar. Quería morir. Lo único que me consolaba cada día era pensar que había gente igual a mi. A los 16, tuve un "accidente". Crucé la carretera sin mirar, (a posta) para tener la increíble suerte de que un coche me atropellará, y así fue. Después me llevaron al hospital, doctores por allí, doctores por allá, ya sabes… estaba entre la vida y la muerte. En uno de esos días críticos en los que ya yo estaba casi 'muerto' entró un doctor, cuando yo estaba medio consciente. Y estas fueron las palabras que me ayudaron a seguir hacia delante: "Alan, sabes que no nos quedan más cosas por hacer. Has tenido mucha suerte de que aún sigas vivo. Lo único que te voy a decir es que luches, esta vida, es tuya y nadie te la va a quitar, a no ser que te rindas, y dejes de luchar". Desde ese momento los días pasaban. Y yo iba hacia delante sin ningún obstáculo, hasta que por fin salí con vida.

Al escuchar su historia, se me saltaron las lágrimas, y otra vez… empecé a llorar como si no hubiera un mañana.

- ¿Sabes qué, Alan? Te admiro.

- Y yo a ti - se sonrojó -.

- Para mi era mejor fingir una sonrisa, que molestar por lo que me esta pasando.

- Pues desde hoy en adelante, ya sabes con quien desahogarte - sonrió-.

- Muchas gracias, enserio - lo abracé, y correspondió al abrazo-.

- Será mejor irnos, es muy tarde, y se preocuparan por ti.

- Esta bien, hasta mañana.

- Hasta mañana Evelyn.