La Casa 323

6

Alaska:

Desperté confundida y con una terrible migraña. Tardé unos minutos en lograr ver claramente, y entonces noté que no estaba en mi casa.

Bueno, recordé que me asusté, corrí por las escaleras, mi visión se tornó borrosa y después de eso no sé lo que paso. Luego de pensar eso y tratar de recordar, noté que tenía una intravenosa. En efecto, estaba en una habitación de un hospital.
Noté que alguien abría la puerta de mi habitación, pensé que seguramente sería mi papá y Angelique, pero estaba equivocada, era April.

-¡Alaska, estas despierta!

April corrió hacia mi y me abrazó. Era como si ella no me hubiera visto durante mucho tiempo.

-H-hola April. Y... te quiero preguntar algo, ¿Qué fue lo que pasó?

-Alaska, verás, ese día necesitaba verte, entonces te llamé varias veces, pero no contestabas. Por eso, me preocupé un poco, así que decidí ir a tu casa a ver si estabas.
Cuando llegué a tu casa, toqué el timbre y pasaron varios minutos, pero nadie abría. Decidí tratar de entrar, pero como todo estaba cerrado, tuve que entrar por la ventana. Luego, te vi. Estabas herida y no respondías. Llamé una ambulancia y te trajeron al hospital.

-Asi que todo eso paso... gracias April. Si no hubieras llegado, no se que hubiera pasado conmigo.

-No es nada. Pero si estaba muy preocupada y hasta llegué a pensar que ya no volverías a despertar. Pero por suerte, estas bien.

-Si... Y April, ¿Por cuanto tiempo he estado aquí?

-Desde hace casi dos semanas estabas en coma.

-Ya veo...

-Bueno Alaska, me tengo que ir. Cuídate y espero que mejores pronto.

April me tomó de nuevo en un cálido abrazo y se fué.
Después entró alguien más, era mi papá.

-¡Alaska! Me tenias muy preocupado...

-¡Papá!

-Tu amiga, April, me contó lo que pasó... pero, me pregunto, ¿Porqué caiste?

-Verás, algo extraño apareció y me asusté, así que corrí, pero algo me empujó cuando estaba en las escaleras y caí.

-Ya veo... ¿Pero que cosa te empujó?

-No lo sé... te digo que en esa casa hay algo extraño, debemos salir de ahí, estamos en peligro. Ahora, me pasó solo esto, y por suerte fue solo un golpe y sobreviví, pero la próxima, puede ser que alguien hasta muera...

-Alaska... veré que puedo hacer. No te puedo creer todo, pero de igual manera voy a investigar.

-Bien, espero que logres creerme.

-Esta bien Alaska. Bueno, me tengo que ir. Por la noche tal vez venga Angelique y y mañana vendré yo.
Cuidate Alaska.

Mi papá salió de la habitación. Ahora no podía hacer nada por mi misma, solo hablar. Aunque en parte, estaba tranquila, ya que no estaría en esa casa yo sola.

Bruce:

Estaba muy preocupado por Alaska. Siento que fue mi responsabilidad al dejarla sola en la casa...
Ahora solo quedaba esperar.

Llegué a la casa y había un silencio profundo. Angelique regresaba en una hora y bueno, Alaska estaría en el hospital.
Decidí adelantar mi trabajo. Comencé a planificar los nuevos proyectos para la empresa.

Ya había pasado mas o menos una hora, estaba exhausto de escribir, así que decidí guardar el archivo.
Ya había apagado la laptop, pero en el reflejo de la pantalla noté algo extraño, había alguien atrás de mi.

Me quedé atónito, pero después logré reaccionar y volteé la cabeza.
Pensaba que pasaría algo, pero no había nadie.

Ahora empezaba a sentirme como si estuviera loco. Tal vez solo estaba pensando en las cosas que me dijo Alaska, y la mente es muy poderosa, si, debió ser eso.

Angelique llegó y fue directo a dormir, ya que por la noche, ella iría a ver a Alaska y yo me quedaría aquí, porque tenía trabajo el día siguiente.

Angelique:

Estaba muy exhausta, así que cuando llegué a la casa, saludé a Bruce y fuí directo a mi habitación para dormir un poco, ya que probablemente iba a ir a ver a Alaska.

Me puse una pijama, encendí el aire acondicionado, apagué las luces y me dispuse a dormir.
De repente algo me despertó, miré alrededor de la habitación y al principio no pude notar nada, pero luego de observar bien, divisé algo.
En la esquina del cuarto, había algo, mas bien alguien, pero su apariencia no era completamente humana.
Era un ser extraño, parecía una sombra, y lo que más me aterraba, es que estaba flotando.

Me asusté mucho, pero traté de seguir durmiendo, convenciendome de que eso solo era producto de mi imaginación, pero no pude.

Sentí algo atrás mío, abrí los ojos como platos, porque en efecto, era ese mismo ser extraño. Ahora, estaba al lado mio.
No grité por que sentí que la situación se iba a poner peor y cerré mis ojos de nuevo.
El ser comenzó a tocar mi cara. Abrí los ojos y pude notar que eran unas manos de un tono grisáceo muy oscuro, y tenían unas garras bastante largas.
Quedé inmóvil al ver eso. De repente, sentí que esa mano se había quitado de mi cara, pero cuando creí estar bien, esa misma mano, me estaba rasguñando mi brazo. Yo solo sentía mi sangre gotear.
Ahora si decidí gritar, pasara lo que pasara, necesitaba que alguien llegara a ayudarme.