Heaven

753 8 1
                                    

-¿Estas nerviosa por la operación de hoy?- le pregunte aunque ya sabía la respuesta, yo estaba igual de nervioso
-¡Por supuesto! Ellos cortaran mis ojos ¿sabes?- respondió ella, aunque sonaba mas ansiosa que nerviosa - pero... una vez que sane... podre verte de nuevo ¿verdad?- esas palabras hicieron temblar mis piernas, tenía miedo de que no fuera así
-Claro- me hubiera gustado sonar más honesto, tenía mucho miedo de que la operación saliera mal y verla llorar de nuevo, no sabría que hacer - Ya debo irme, te veo luego ¿sí?-
-Sí, está bien. Espero también verte de nuevo, ten cuidado- sonaba preocupada
-Tranquila ya voy para allá- estaba de camino, me quedan solo 4 cuadras para poder verla. Espero que cuando nos encontremos ella también pueda verme. Estaba muy preocupado por la operación <<Tranquilo, todo va a salir bien, confía en los médicos>> esas palabras me tranquilizaron más de lo que esperaba -¡Agh!- algo choco contra mi violentamente, sentí un gran dolor, pero solo duro un momento, cuando me levante estaba en medio de la calle, me había atropellado un camión.
<<Hay un chico tirado en el suelo>> pensé al tiempo en que corría para ayudarlo <<Debió haber intentado salvarme del gol...>> el chico... lleva puesta la misma ropa, tiene el mismo corte, las mismas rosas que yo... el chico soy yo... ese significa... ¿estoy muerto? -No- comencé a caminar hacia atrás -no no es imposible. Yo estoy aquí ¿verdad? Debo ir a verla, ¡ella me está esperando! ¡Esto no puede ser verdad!- Salí corriendo hacia el hospital -no no ¡NO!- solo podía gritar eso... los recuerdos lentamente pasaban frente a mí, sentía que corría atreves de ellos.
Nos habíamos conocido en la escuela, al final de nuestro primer año ya caminábamos sonrientes de la mano por el parque de la cuidad. Volvía a correr por ese mismo parque, pero ahora solo, pase por ese banco... nuestro banco... recuerdo cuando íbamos a ese parque, todos los sábados a las 4, ella tejía y yo me acostaba en su regazo. No pude contener las lagrimas y acelere el paso, nadie parecía verme -no no por favor no- la garganta me ardía de tanto gritar, pero aun así nadie parecía escucharme.
Pase frente al último árbol del parque, el árbol en la que ella vio por última vez, la última imagen que tuvo. Se había empezado a marear y llorando me dijo que no quería no volver a verme -tranquila, aun si no me puedes ver mas siempre estaré a tu lado, te amo- trate de aguantar el llanto y dibujar una sonrisa en mis labios, si iba a ser la última vez que me viera, quería que tuviera un buen recuerdo, le seque las lagrimas y la abrace, luego fuimos al hospital, al mismo hospital por el que ahora entraba corriendo.
Pase corriendo pos los pasillos, la operación debe de estar terminando. Me detuve frente a esa habitación, la número 20. En ella la habían puesto luego del incidente del parque. En ella le puse ese anillo, mire mi dedo, ahí estaba, me dio fuerzas para seguir corriendo.
No estaba en la habitación, tampoco en el quirófano. Vi a mi madre pasar corriendo, llorando, seguida de mi papa. <<Es verdad, vi una ambulancia venir cuando estaba corriendo>>.
Por fin podía ver, pero si no podía ver su sonrisa nunca más, ya no quería ver. Dispuesta a saltar puse un pie en la reja del balcón, cuando de repente... lo sentí... sentí algo cálido en mi espalda... la misma calidez que sentía cuando el me abrazaba << Mi deseo es que vivas y que seas feliz>> era su voz, ¡ERA SU VOZ! Me gire inmediatamente. Estaba ahí, parado, sonriendo con lágrimas en los ojos. Movió sus labios mientras desaparecía convirtiéndose en pétalos de flores movidas por una suave brisa <<adiós>>.
Por la forma en que cayó al suelo llorando supuse que ya no podía verme, cuando sus padres abrieron la puerta para buscarla decidi que era tiempo de irme, <<TE AMO>>, un grito desgarrador mezclado con llanto -yo también- susurre.
Han pasado tres días desde que recupere la vista, es domingo así que me decidí a ir nuestro banco, algo me decía eso lo haría feliz. Ella estaba sentada en nuestro banco cuando sentí algo pesado que cayó en mi bolsillo, mi celular. Desesperado le mande un ultimo mensaje -Siempre te amare y siempre estaré contigo, me despido amor- mande el mensaje y puse mi celular a su lado. Llego un mensaje a mi celular... no contuve las lagrimas, ni siquiera lo intente, -adiós amor, ten cuidado-

Historias De Amor CortasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora