SOLO TU SANGRE

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Nuevamente se la podía ver a Yui en su habitación, estaba alistándose para dentro de un rato ir a cenar. Todavía se encontraba bastante confundida por las actitudes de Ayato y Subaru. Escucho el ruido de la puerta abrirse, eso era extraño ya que ellos simplemente aparecían y hacían lo que querían con ella. Hacia unas horas había comenzado a sentirse mal, sentía unos ligeros mareos, la cabeza le dolía y podía ser que tenía algo de fiebre.

-¿Yui-san?..- la voz de Kanato la sobresalto

-Estoy en el baño ya salgo, Kanato-kun..-dijo mientras se acomodaba la ropa y salía para encontrarse con el vampiro sentado en una esquinas de su cama

-Nunca había entrado a tu habitación..-dijo mientras la examinaba con la vista

-¿Por qué estas aquí?- pregunto curiosa

-Porque Reiji me pidió que te avisara de que la cena ya esta lista..-dijo mientras comenzaba a ir en dirección a la puerta

-De acuerdo..-dijo Yui mientras comenzaba a caminar detrás del vampiro

Yui aun seguía metida en sus pensamientos, no entendía muy bien que era lo que estaba pasando pero ahora se daba cuenta de que todos actuaban demasiado extraños, ¿desde cuando Reiji mandaba a alguno de los hermanos Sakamaki para que le avisaran de ir a cenar? Eso era algo extraño. Aparte de que Raito también estaba comportándose muy extraño. Llego a la mesa donde estaban todos, comió como de costumbre y luego simplemente se marcho ya que quería irse a su habitación y descansar.

Iba caminando por uno de los pasillos que la conducían a su habitación y se encontró con una de las puertas abiertas, muerta de la curiosidad asomo su cabeza y se encontró con Shu durmiendo sobre el piano, lo miro sorprendida pero el vampiro de cabellos anaranjados estaba con la cabeza sobre las teclas, completamente "dormido".

-Shu-san..-dijo en un susurro

-No hagas ruido, intento dormir..-dijo con molestia al escuchar a la joven- ¿me estas espiando?- dijo con una pequeña sonrisa burlona

-N..no..-dijo con un leve sonrojo y dio un paso para atrás, dispuesta a irse

-No te vayas..-dijo mientras la tomaba de la muñeca y la arrojaba sin mucha delicadeza a uno de los sofás donde el siempre duerme

-¿Qué haces?- dijo asustada al quedar boca abajo y sentir como el se ponía sobre ella

-¿No es obvio?- dijo con su típico tono de cansado- voy a chuparte la sangre..-dijo en un susurro cerca de su oído y sin pensarlo dos veces le clavo los colmillos en el cuello- que mujer tan vulgar, te excitas con solo clavarte los colmillos..-pero se callo al escuchar la respiración de la rubia- oi, ¿estas bien?..- pero se arrepintió al darla vuelta

Yui estaba completamente sonrojada y su respiración era agitada, tenia unas cuantas gotas de sudor que recorrían su cara y bajaban lentamente por el cuello. Shu rápidamente miro hacia otro lado y un pequeño sonrojo tiño sus mejillas. Yui se sentía mal, no estaba así porque el la había mordido sino que su fiebre había comenzado a aumentar.

-S..shu-san..-dijo en un jadeo esperando que el la ayudara

-No intentes provocarme..-dijo serio

-T..tengo fiebre..-dijo y este la miro con sorpresa

-¿Qué?- dijo sin entender

-Estoy enferma..-dijo y Shu abrió sus ojos con sorpresa y un recuerdo le vino a la mente

Shu había tenido un amigo cuando era niño, su nombre era Edgar, una vez fue a su casa pero su madre le dijo que no podría salir a jugar pero que si quería podía ir a visitarlo ya que el niño estaba enfermo. La madre de Edgar ponía paños de agua fría para bajar la fiebre, Shu solo miraba sin decir nada. Shu salio de sus pensamientos y se quedo viendo por un rato a Yui, los humanos son tan débiles, pueden llegar a morir por un simple resfriado.

CORAZÓN Y COLMILLOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora