UNA HISTORIA SANGRIENTA

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Como de costumbre Yui estaba escapando, otra vez esos vampiros la perseguían pero esta vez era Ayato el que la acechaba. Yui ya estaba agotada, se detuvo para poder regularizar la respiración, eso fue un error. Ayato apareció de la nada frente a ella, con esa sonrisa sádica que lo caracterizaba. Yui aterrorizada retrocedió unos cuantos pasos, dispuesta a salir corriendo nuevamente pero Ayato fue mas rápido y la tomo de la muñeca y la apego a su cuerpo mientras pasaba su mano izquierda por su cintura para que no se moviera. La rubia cerro sus ojos con fuerza al sentir la lengua del pelirrojo en su cuello.

-Voy a castigarte..-dijo mientras sonreía sobre el cuello de Yui

-N..no..-dijo asustada

-Hiciste mal en intentar escaparte de mi, lo are de la forma mas dolorosa porque yo se que aunque lo niegues te encanta..-dijo mientras clavaba sus colmillos y Yui soltó un leve gemido de dolor

-Ayato-kun..-dijo Yui al sentir el dolor que le daba los colmillos del pelirrojo

-Tu sangre es increíblemente deliciosa..-dijo mientras la miraba- creo que me estoy volviendo adicto..-iba a seguir hablando pero la voz masculina de uno de los hermanos los interrumpió

-¿Cuantas veces tengo que repetírtelo?- dijo una voz que se lo notaba molesto y cansado

-Tsk, Reiji..-dijo con molestia el pelirrojo

-Haz esas cosas en tu habitación, no me obligues a repetírtelo..-dijo mientras se marchaba

Ayato se quedo viendo por un rato a Yui, se había dado cuenta de algo que había comenzado a fastidiarlo, si, le gustaba la joven humana, lo volvía completamente loco. No solo su sangre sino que toda ella lo volvía más loco y demente de lo que ya estaba, y la sola idea de tener que compartirla con todos sus hermanos lo fastidiaba. La tomo de la mano, quería privacidad y que si la volvía a morder ahí su "querido" hermano Reiji estaría ahí para interrumpirlo en la mejor parte. Le sorprendió que ella no se opusiera o dijera algo, ¿acaso le agradaba estar con él? Bueno eso lo hacia feliz. Aunque no sabia muy bien sobre esos sentimientos ya que el nunca había recibido afecto por nadie, ni siquiera por su madre.

-¿A..adonde me llevas?-pregunto por fin la rubia

-A mi habitación..-dijo de lo mas normal y Yui simplemente se sonrojo

-¿P..porque?- pregunto una vez dentro de la habitación del pelirrojo

-Porque no quiero compartirte, quiero que seas solo mía..-dijo mientras la acostaba bruscamente en la cama

-A..Ayato-kun..-dijo asustada, cerro sus ojos fuertemente esperando la mordida

-¿Qué haces?- dijo mientras se alejaba del cuello de Yui y la miraba burlón

-¿No vas a morderme?- dijo mientras abría sus ojos lentamente y se encontraba con el rostro de Ayato a escasos centímetros del suyo

-No iba hacer eso..-dijo con su típica sonrisa de psicópata- quería hacer esto..-dijo mientras poso sus labios sobre los de una muy sorprendida Yui, que correspondió tímidamente el brusco beso del pelirrojo

-N..no..-dijo Yui una vez que Ayato corto el beso

-Ya te lo dije, no puedes negarte a mi..-dijo con esa sonrisa que lo caracterizaba. La puerta fue golpeada bruscamente y eso hizo que Ayato se fastidiara- tsk..-dijo con molestia-¿Qué quieren?- dijo al ser interrumpido

-Reiji quiere hablar contigo..-dijo la voz de Subaru que se notaba mas molesta e irritada que la de Ayato

-Maldito, como le gusta joderme..-dijo en un susurro mientras se iba en dirección a la puerta, escucho como Yui suspiraba de alivio y se levantaba dispuesta a irse- no, tu no te vas a ningún lado ya que terminaremos esto cuando vuelva..-dijo mientras tomaba unas cuerdas que tenia y la ataba a la acama con sus brazos y piernas extendidas y la amordazo

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