Querida amiga:
Debes estar cansada de que te escriba todos los días, un martirio sabiendo que a ti nunca te gustó leer, como tampoco te gustaba la lluvia, ni el frío y no hablemos de las fresas ya que eras alérgica a ellas, sí, éramos polos totalmente opuestos, mientras tú preferías el sol a mí me gustaba la luna, pero para eso se crearon las amistades, ¿No lo crees? para que uno complemente al otro.
Att; tú otra mitad.