Amor O Pena. [Furry-Yaoi]

Prólogo

Prólogo

05:00 am… MIERDA ME LEVANTÉ TARDE!!!!

 Corro con mi cepillo de dientes, mi traje y mi toalla mientras plancho, cepillo y baño casi al mismo tiempo. Tomo las llaves del auto, mi bolso y las llaves de la casa y vuelo al trabajo.

 05:30. Si llega… Mierda, mi billetera.

Hola. Soy Will, una Cabra blanca, rubia y grande, 26 años, que está cansada de su vida. Me levanto a las 04:30 am para volar al trabajo, en donde 12 horas de trabajo diario son recompensados con una paga normal y cansancio extremo. Además de ser acosado sexualmente por mi jefe, que resultó ser el abusón de mi escuela primaria. Si no fuese suficiente mis compañeros de trabajo me odian por ser un Hombre-Bestia y ademas bisexual. La gente es tan cerrada de mente.

Luego de horas interminables de maltratos e intentos de tocarme de mi jefe por fin es hora de salir, que es a las 17:00.

Cuando salgo de las oficinas el jefe me acorrala en la pared y se acerca a mi oreja.

- Vendrás mañana a mi casa, mi esposa no está.- dijo mientras entraba colar su mano por mi pantalón.

- Creo que no, tengo planes.- le respondo secamente mientras le aparto, pero el me empuja y con su imponente cuerpo de oso sin cuidar me acorrala en la pared.

- Vamos, no vayas con el perro pulgoso y ven con papá oso.- dijo babosamente y me empezó a besar el cuello. Me enfermaba que tuviera una esposa tan buena y linda y que él no la aprobechase.

- No es de su incumbencia lo que hago en mi tiempo libre.- el levanta la mirada furioso. Creo que ya se lo que se avecina.

- 2 Horas extras.-... Quiero matar a este tipo.

°°°

Ya llegando a mi casa a las 19:45, se escuchan alborotos en la casa de Sam. Es demasiado temprano para que empiece a hacer tonterías. Mejor me cambio y voy a ver antes de que incendie la casa.

Me ducho y me pongo una camisa blanca, unos pantalones de mezclilla y salgo.

Toco la puerta. Suena un golpe.

Toco el timbre. Suena algo romperse.

Toco la puerta más fuerte. Suena una explosión…

Volteo la puerta y entró desesperado al ver algo de humo venir de su estudio. Corro hacia allí y él está tirado en el suelo junto a un microondas fundido.

- Sam, Sam despierta.- lo agito para que despertase. Hace ruidos raros y se despierta.

- Q-que-e f-f-fu… - intenta decir unas palabras pero es interrumpido por mi puño en su cara.

- MALDITO BASTARDO QUE PENSABAS?.- dije molesto ya que es la cuarta vez en el mes que pasa algo como esto.

- Yo quería ver qué pasaba si ponía…- no hablo más y se quejó del golpe que le di.

- Voltee la puerta para entrar. Esta vez tú la pagas.- dije mientras lo alzaba y lo llevaba para curarlo.

- Gracias a Dios que apareciste. No se que haria sin ti.- dijo inconscientemente de lo que causan esas palabras en mí.

- Moririas sin mí, ahora quédate quieto que te voy a curar.- lo dejé en su cama y tome el kit de primeros auxilios para curar sus quemaduras.

Sam… la bendición y maldición se mi vida.

Un husky gris y delgado de 26 años, personalidad energética y inmaduro. Nos conocemos desde pequeños y fuimos amigos ya que éramos de los pocos Hombres-Bestias de esta ciudad. Yo era como un hermano mayor para el, que lo cuidaba. Pero ese sentimiento fue tan fuerte que se transformó en amor.