Ayer salí, ayer te vi. Y hoy tocaba, estar encerrado, encerrado en mi.
Necesito no verte la cara, necesito no verme en tu portal, necesito rock and roll, y un alma que cicatrizar.
Necesito libros, algo de soledad,
Y que el destino con mis miedos, tenga algo de Piedad.
La herida crece, para volverse a cerrar.
Mi subconsciente te espera, y te vuelve a soñar.
Necesito huir de tus pasos, dejar los vasos, sentarme a hablar...que tampoco sepa amar, de otra forma que no consista en destrozar, cada poro de mi piel, por verla despertar.
En la caverna hace frío, alejado del infierno que frecuento.
En la caverna, hay libros, hay rock. Hay versos hay dolor, que intenta a prender, hay una piedra que intenta no tropezar, y hay un cuento precioso, que de tanto que de tanto siente y cuenta, sueña con acabar.
La caverna...es nuestra cabaña, nuestra libreta, nuestra habitación, nuestros cascos, nuestra montaña, nuestro mar, nuestra guitarra, nuestra sal, que duele para poder curar.
Es eso que nos hace olvidarnos de la realidad, o pensar en ella, y llorar, desahogarme sin más.
La caverna es el más perdido lugar, para volverte a encontrar
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Vendaval.
Thơ caEl caos mental del día a día, la soledad, la incomprensión y el desamor, en poesía.
