42. Te protegere con todo lo que tengo.

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Vero POV:

Fuimos al cuarto, y ella se acostó en la cama con una cara muy triste, el amor de mi vida no esta bien y se que debo protegerla cueste lo que cueste.

Poco a poco sus ojos verdes se volvieron grises, ya no tenían color. Sus ojos se ponen así cuando esta muy triste y desanimada.

Pero se como animarla.

Vero: Ven amor vamos a ducharnos.

Sofi: bueno, dale.

Quite toda su ropa y ella la mía lentamente, la bese en los labios para quitar esa tristeza interna. Entramos a la ducha y vi sus ojos que estaban medio verdes, pero con mayoría gris, entonces la voltee y la pegue a la pared, su espalda era hermosa y más con ese tatuaje tan perfecto, sus curvas, su enorme culo, sus caderas, toda ella era perfecta.

Metí dos dedos dentro de ella, escuche su gemido y solo eso, me moví lentamente, ella gemía a mi ritmo y movía sus caderas, metí otro dedo y acelere mis movimiento rápidamente ella perdió el control de su respiración. Comenzó a resbalarse en la ducha hasta caer y llegar en un perfecto orgasmo. Acostada boca abajo en la ducha con el agua cayendo sobre su espalda, era jodidamente sexy, cerro sus ojos, arañe despacio su espalda, y al contacto se estremeció, pero no reaccionaba, no decía nada solo estaba allí acostada respirando y dejando que mis manos toquen su cuerpo.

Baje la intensidad del agua, y la coloque boca arriba, con lágrimas en sus ojos aún algo grises, ya no sabia que hacer, bese sus labios suavemente y limpie sus lágrimas, ella me miro con tristeza así que metí mis manos en su espalda y la subí para besarla apasionadamente ella lo siguió, me miro y sus ojos recuperaban el color.

Baje dejando pequeños besos en su cuello y su torso, llegue a su monte venus y lo lami suavemente, me miraba con lujuria y aunque sus ojos estuvieran recuperando el color seguían algo grises, pero esos ojos desbordaban pasión y amor. Metí mi lengua en su vagina y lami toda su cavidad, ella gemía, su cuerpo se encorva con mis movimientos dentro de su cavidad, lami y succione su clítoris, en ese momento ella gimió y subió sus caderas a punto de llegar al éxtasis, sus gemidos se volvieron más sonoros y fuertes. Mis manos estaban sobre su torso y ella tomo una de mis manos y la entrelazo con la suya, acaricie su mano con el pulgar que sobresalía del entrelazado, no tardo mucho en llegar al orgasmo.

Subí y bese sus labios sus ojos estaban de su color, su pulso relajado, su respiración controlada.

Vero: mi vida, como te sientes?

Sofi: mejor, no quiero seguir pensado en esto, vámonos a Londres cuanto antes.

Vero: esta bien mi amor, te amo.

Sofi: te amo.

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