Allí se encuentra con los fantasmas de tres niños que han perdido sus ojos y almas a manos de la Otra Madre. Con la ayuda del Otro Wybie (quien es mudo), Coraline escapa hasta su hogar. Una vez en casa, los padres de Coraline nunca se presentan y el gato le muestra vía un espejo que sus padres han sido secuestrados por la Otra Madre en castigo por rehusarse a vivir con ella. En un principio Coraline intenta persuadir a Wybie de ayudarla, pero este la cree loca y la rechaza. Sin más remedio que regresar al otro mundo, y armada con "El caramelo del ojo" (un caramelo endurecido), que es como una piedra mágica que tiene forma de planchette de una tabla ouija, otorgada por Spink y Forcible y que sirve para ver los objetos perdidos. Coraline se dispone a rescatar los fantasmas de los niños y a sus secuestrados padres.
Siguiendo un consejo del gato, la protagonista desafía a su Otra Madre a un juego. Si Coraline puede encontrar a sus padres y los ojos de los niños fantasmas, todos podrán irse; si pierde ella se quedará en el otro mundo para siempre y se dejará coser los botones en sus ojos. Con la ayuda de la piedra mágica, el gato negro y del sacrificio del Otro Padre, Coraline burla a las versiones malvadas de los vecinos guardianes de los ojos y descubre que el otro Wybie fue desintegrado por traidor. Sabiendo que la Otra Madre no cumplirá su palabra, Coraline engaña a la bruja, para que abra la puerta secreta al mundo real, mientras toma una esfera de nieve en la que sus padres resultan estar encerrados. Coraline lanza al gato a la Otra Madre, haciendo que éste le sacara los ojos de botón dejándola ciega, convirtiendo todo el Otro Mundo en una telaraña. Coraline valerosamente escapa junto al gato, cerrando la puerta hacia el otro mundo en la ahora dañada mano mecánica de la Otra Madre. Coraline cierra la puerta en el mundo real y se encuentra con sus padres sanos y salvos, sin recuerdo alguno de dicha experiencia.
Al llegar la noche, Coraline es visitada por los fantasmas de los tres niños por última vez, quienes le advierten que ella seguirá en peligro mientras conserve la llave de botón que abre la puerta al otro mundo. Para evitar que la Otra Madre siga secuestrando niños, Coraline decide arrojar la llave al fondo de un pozo (el cual no existe en el otro mundo), localizado en la propiedad. La amputada mano de la otra madre, que ha podido cruzar al mundo real, ataca a Coraline, pero es destruida por Wybie quien ha descubierto la verdad por sí solo y ha decidido ayudar a su amiga. Los pedazos de la mano y la llave son arrojados al pozo, que después es tapado.
Terminada la tarea, Coraline, dispuesta a pasar el tiempo con sus padres, organiza una fiesta en el jardín de atrás del Pink Palace, en la cual invita a todos los vecinos. La película cierra con Coraline presentándose con la abuela de Wybie (quien había perdido a su hermana por culpa de la Otra Madre) y disponiéndose a contarle su historia.
ESTÁS LEYENDO
Caroline y la puerta secreta
FantasíaCuando algo es demasiado bueno para ser cierto, muy probablemente no lo es. Eso primero. Y segundo, el escapismo frente a la disconformidad con nuestras circunstancias actuales, pueden llevarnos a circunstancias un tanto desfavorables, como le suced...