Mi Primera Vez Con Mi Amado Hoseok

Tu eres mio y Yo soy tuyo

Me llamo Para jimin , aunque la mayoría me dicen jimin. Tengo 21 años. Esta es la historia de mi primera vez con un hombre. Si bien ya había tenido relaciones con mujeres previamente, después de ese día con Hoseok  nada volvió a ser igual.

Previo a ese día, mi amigo y yo contábamos con un largo historial de masturbaciones juntos e incluso sexo oral, pero nunca habíamos pasado de ahí, hasta esa noche.

Teníamos 17 años y habíamos quedado en su casa para jugar en el PS3.
Él estaba solo en casa, pues sus padres se habían ido de viaje por unos días y su hermano estaba de intercambio en el extranjero ese año.

Estábamos en el salón jugando con la consola.
Se nos hizo tarde y decidimos pedir una pizza para cenar.
Comimos y seguimos hablando un poco de todo, hasta que llegamos a temas un poco más calientes.
Decidimos buscar algo de porno para entretenernos un rato, y como teníamos la casa para nosotros solos, pues lo pusimos en el televisor del salón.

Como ya teníamos confianza, una vez que encontramos un vídeo que nos gustó nos desnudamos completamente y comenzamos a masturbarnos lentamente, cada uno con el suyo.
El tomó mi miembro y yo tomé el suyo y estuvimos así por un rato, cambiábamos de vídeo de vez en cuando hasta que llegó el momento en que decidí arrodillarme en suelo,  besé sus ingles mientras masajeaba sus testículos y finalmente pase a su miembro.

Con la punta de mi lengua recorrí la desde la base hasta su glande, el cual acaricié un poco y lentamente me lo introducí  en mi boca hasta que lo tuve completamente dentro.
Empecé​ a subir y bajar lentamente y poco a poco fui subiendo la velocidad, mientras oía sus gemidos , coloco sus manos sobre mi cabeza y sostuvo mi cabello.
No es por alardear, pero siempre me han dicho que lo chupo muy bien, y es algo que me encanta hacer.

Pasado un rato, lo mire a los ojos, y con dos dedos bajo mi mentón, me levanto y me indico que me tumbe en el sofá, había llegado mi turno.
Introducció mi miembro en su cavidad bucal, subió y bajo por un rato hasta que le avisé que pare, ya que estaba cerca de llegar al clímax.

Nos sentamos nuevamente en el sofá, ya ni recordábamos que habíamos puesto vídeos en la tele.
Nos miramos a los ojos y reímos tontamente.
Ambos traspirados y con calor.
Asentimos mutuamente y nos masturbamos frenéticamente el uno al otro hasta que llegamos al tan anciado orgasmo.

Nos limpiamos, y fuimos  por algo de beber a la cocina, y ahí estábamos, bebiendo soda los dos totalmente desnudos, en el patio de la casa.
Un par de transeúntes que pasaban nos vieron, pero nos dio igual, a hoseok y a mí siempre nos gustaba estar desnudos, y cuando estamos juntos perdíamos la vergüenza de practicar nudismo delante otras personas.

Hablamos de lo bien que lo acabábamos de pasar, note como empecé a tener una leve erección al igual que él.
Sin titubear lo tome de la mano y lo lleve de vuelta al salón que había acogido nuestra previa aventura.
Lo senté y comencé a practicarle una felación nuevamente, solo que esta vez quería seguir hasta que acabe en mi boca.

Estaba disfrutando de mi tarea, mientras que él me rogaba  que parará, de un momento a otro me tomo del los brazos obligándome a ponerme de me pie y me beso.
Fue mi primer beso con un hombre. Fue mi primer beso con Hoseok.
Mi corazón se disparó como nunca antes lo había hecho, en ese momento descubrí que nunca había sido bisexual o estado confundido como me trataba de autoconvencer, era gay, soy gay, y me sentí bien con ello.
Tras ese beso, se separó de mi y me susurró -espera- sonrio y se salió del salón.

Lo oí rebuscar en su cuarto, sentía curiosidad de que estaba haciendo, pero a la vez lo sabía.
Llegó con un condón en la mano, tras verlo entrar corrí hasta él, encerré mis brazos el rededor de su cuello, y los suyos se encerraron alrededor de  mi cintura, pude sentir el frío envoltorio del preservativo en mi espalda, nos besamos con intensidad, sus manos bajaban a mis glúteos y los acariciaba.
Rompimos nuestro beso y yo solo lo miraba y sonreía.
Me volví a arrodillar y me dediqué complacerlo un poco más.
Logré la mayor erección que le había visto hasta entonces.

Sin previo aviso me volteó y  me puso en una poción donde mis manos y mis rodillas me sostenia , algo vergonza ,sobre el sillón, y comenzó a dejar caminos llenos de besos y unos que otro mordisco desde la mitad de mi espalda hasta mis caderas
Me besó ambos glúteos, lo que me hizo un poco de cosquillas, que junto con mis nervios  se me escapó una pequeña risilla.
Tenía miedo, pero tenía que confiar, él sabía lo que hacía.

Comenzó el primer beso negro de mi vida, se sentía tan bien, mi cuerpo entero se estremecía de la excitación.
Se detuvo, y me volteo, abrió el sobre metálico y sin pensarlo deslice mis manos sobre las de el y le ayude a colocárselo.

Me volví a posicionar y cerré mi ojos mientras  sentía la punta de su glande rosar mi entrega.
-Si-susurré con un escaso hilillo de voz  sientiendo como poco a poco comenzaba a entrar .
Avanzo lentamente hasta que entro por completo, dolía mucho (para que mentir, seguro que prácticamente todos lo sabemos, sobre todo la primera vez).
Se tumbo sobre mi espalda, mientras sentia su nariz en mi nuca.

-Tranquilo-me susurro suavemente al oído.
Una mano me atraía más a su pecho, mientras que la otra me masturba amablemente y su boca me besaba cariñosamente mi cuello.
Sin poderlo evitar unas cuantas lágrimas de dolor se escaparon de mis ojos.
Mi corazón palpitaba como loco, era el momento perfecto.

Cuando noto que me relaje un poco y que estaba más tranquilo comienzo a deslizarce lentamente.
El dolor poco a poco fue desapareciendo dejando lugar al placer.
Un placer que no hacía más que aumentar, empiezé a moverme , acompañando sus movimientos, siento sus caderas chocar con mis glúteos, el movimiento de sus testículos... Sentía como nos fundíamos en uno solo en cada encuentro de nuestras caderas.
Uno que otro gemido  se escapaban de nuestros labios.

Cambiamos de posición, me tumbo en el suelo, sobre la alfombra , nos observándomos a los ojos el uno al otro,  tomo mis piernas y las coloco sobre sus hombros siguiendo con sus  sueves movimientos.
Con mis brazos lo traje hacia a mí, y lo bese sintiendo como en ese  instante llegue al clímax,  dio un par de estocadas más y sentí como se lleno el condón con su esperma caliente.
Salio de mí y me envolvio  en sus brazos, sin pensarlo dos veces lo atraje así a mí  con mis pequeños brazos mientras su cabeza reposaba sobre mi pecho.

Nos volvimos a besar.

La luz del Sol que entraba por el ventanal nos desperto.
Era casi las 12 del medio día.
Nos habíamos quedado dormidos en el suelo, deben de haber sido las 4 am cuando acabamos.

Tras un beso de buenos días, nos duchamos juntos dónde volvimos a repetir lo de la noche anterior.

Tras eso, desayunamos desnudos.
Nos vestimos y salimos a pasear por la ciudad como otras muchas veces.
Solo que esta vez íbamos de la mano.
Mientras sostenia la mano de mí hoseok.
Él es mío y Yo soy simplemente de él