MY LOVELY SECRET. [Larcel]

Parte III

          Llevaba casi dos días enteros mandándole mensajes a Marcel.

A pesar de que sabía el gran daño que le había hecho, mi ego interno se negaba a dejarlo ir así de fácil.

La he cagado millones de veces, cuando era niño e incluso ahora que soy joven; gracias a eso perdí muchas cosas en el camino y por alguna extraña razón el sólo pensar que Marcel me ha dejado para siempre, me hacía sentir un gran dolor en mi pecho.

Me sentía un débil de lo peor y todo por culpa de él, ¿no se supone que debería estar feliz? Por fin dejaría de fingir que él y yo éramos nada, se iban a acabar los días en los que siempre temía que nos descubrieran. Se terminarían esas veces en que nos besábamos a escondidas. Si, por supuesto que todo debía ser tan fácil, sólo si no me hubiera enamorado de ese maldito nerd.

Ya no había vuelta atrás, lo amaba como un loco. Esta vez tenía que recuperar a Marcel; tenerlo todo o en verdad quedarme sin nada y sinceramente preferiría la primera.

Quería ir hacia donde Marcel, obligarlo a que este conmigo aunque él no lo quisiera y eso era lo que iba a hacer. Me importaba un coño que tan ocupado estuviera con su examen de mañana.

El camino a la casa de Marcel era un poco largo a pie, pero eso no importaba. Cuando llegué, la luz de su cuarto apenas y se distinguía. No pensaba pararme enfrente de su puerta y preguntar por él porque sabía que en cuanto su madre le informara de mi presencia él me daría una patada en el culo.

Sin más que hacer trepe el árbol que daba justo a su ventana; obviamente, corría el mismo riesgo de recibir una patada en el culo, pero no había otra opción. Me estiré lo más que pude y toque su ventana. Las cortinas estaban cerradas, pero después de un momento se movieron un poco, dándome la señal de que Marcel seguía despierto y me había visto. Aunque él no me abrió la puta ventana, ¿este gilipollas pensaba dejarme afuera?

Sentí mi celular vibrar; un mensaje llego a mi celular.

Nuevo mensaje, Abril 13.
Marcel 22:17: ¿Qué haces aquí? Por favor vete, Louis. Lo último que quiero es verte...

»Lo último que quiero es verte«, sin mayor dificultad esas fueron las palabras más frías que Marcel me había dado.

Creo que la idea de una patada en el culo ahora se me hacia una mejor opción; sencillamente no estaba preparado para esto, para el rechazo tan repentino del que ahora había dejado de ser mi secreto. Tal vez era hora de marcharme, aceptar la derrota que obtuve por haber hecho una estupidez.

No, eso jamás pasaría. De ahí no me iría hasta hablar con él.

"Solo quiero hablar contigo un momento más, después de todo lo que te diga si quieres echarme, dejare que lo hagas"

No era muy creyente de los milagros, sin embargo, rogué a cualquier cosa para que Marcel me abriera la jodida ventana y por fin algo bueno paso, porque él se asomó.

Traía una pijama que incluso, era más absurda que su vestimenta común y aun así se veía adorable.

Lo observé, lo primero de lo que me di cuenta fue el brillo que faltaba en sus ojos. Era como si estuviera realmente triste por algo que sucedió y sólo por esta vez deseé no ser yo el culpable; en el fondo, sabía que no había nadie más cabrón que yo, nadie más podía hacerle daño a ese precioso chico.

Hubo un momento en que nuestras miradas se conectaron, como siempre sucedía pero Marcel evito alargar ese momento tan íntimo, simplemente desvió su mirada.