Capítulo 9❤

233 10 1
                                    

Ruido. Mucho por todas partes. Salgo de mi habitación y todo está impecable, parece que haya atravesado un portal que lleva a otra dimensión. Lentamente me acerco a la cocina donde veo un gran plato de desayuno que me empacha tan solo con su olor y en la mesa sentados veo a James y a Kylan. ¿Qué hacen aquí?

- Maya... Estamos preocupados -dice acariciando mi brazo

- ¿Tu? Nunca te has interesado por mí, no creo que lo hagas ahora ni, aunque no estemos acostando esporádicamente. Espera, es eso, no tienes con quien acostarte.

- Maya no seas tan dura con el chaval, solo intenta ayudar. Si no lo quieres hacer por él, inténtalo por mí. Sabes de sobra que te quiero, eres como la hermana extrahormonada y agresiva que nunca tuve. Vamos come algo, que cuando te pongas tu ropa seguro te viene como 2 tallas grande.

- No digas eso, yo me veo bien...

- Maya estas... como decirlo sin ofenderte... -se rasca la nuca.

- Esquelética -Kylan te has pasado.

- Fuera de mi casa ya, no voy a permitir que también me insultes en mi propia cocina.

Me siento algo cansada y perezosa sobre la silla dispuesta a comerme el delicioso desayuno, veo como James tiene intención de hablar, pero con una mirada furiosa lo hago callar. Él solo traga saliva. Mira mientras me como el beicon, paso a los macarrones y termino por las tortitas, debo decir que empacha más después de comerlo que el olor, que ya lo hacía bastante. A decir verdad, me siento fatal por la forma en la que he tratado a Kylan. Se veía tan apenado por mí, por la situación y yo lo traté fatal. Aunque no puedo ponerme así por él ya que me ha visto sufrir miles de veces y tan solo pasaba de la situación como si de polvo y arena se tratase.

Levanto la cabeza apartando el pelo de la cara y secando mis lágrimas, James sigue allí sin decir palabra, tan solo observa. Se lo agradezco la verdad, si lo hubiera visto revisando mensajes o cualquier cosa así me habría entristecido porque vería como no importo tanto. Como la persona más importante de mi vida en realidad es un fraude, puede realmente vivir sin mí y eso me devastaría ya que no puedo vivir sin él. -Basta de ponernos melodramáticas que hay que recobrar el peso perdido y volver a clase-

Para ser franca ni siquiera conozco el motivo de mi depresión, solo sé que ocurrió y me mataba por dentro. No suele ser muy común, pero a veces me agobio o pienso demasiado y aparece el dolor. Lo gracioso de todo esto es que el dolor aumenta por la ausencia de notificación de los demás, pero claro, evito que estos sepan de mi estado. Así que debo estar contenta porque ellos lo han notado y han venido a ayudarme, puede que hayan tardado algo de tiempo, pero no puedo culparles por algo que he provocado yo y que lo hicieron por que ellos querían. Además, no sé nada de cómo se sentían ellos sentimental y emocionalmente. Maya no debes juzgar, no pienses tanto. Todo irá mejor.

- Quiero ir a hablar con Kylan, ahora me siento incluso peor por haberlo tratado de ese modo tan borde.

- Me parece bien, eso sí quiero acompañarte. No me imagino que puede pasar, cómo reaccionará. El chico es algo violento, parece el típico chulito. No creo que te convenga para nada. Aunque venía todos los días al gimnasio para saber si estabas allí, si yo tenía noticias sobre ti. Hasta hace dos días, cuando le dije lo que pasaría hoy, siempre hacía acto de presencia fumando y con unas horribles ojeras. Ni deseo imaginar su casa, sé que ha estado bebiendo de forma descontrolada.

- No exageres tanto, seguro que él tenía a una de sus putitas esperando en su cama cada ocho horas. Pasando olímpicamente de mí y sin preocuparse en exceso, las ojeras serían debidas a tantas horas haciendo ejercicio y sin dormir lo que debería.

- No, él es diferente.

Al entrar a su casa podemos ver que está limpia, no huele a muerto como la mía. Aunque un detalle nos llama la atención hay muchas botellas de tequila y cajas de tabaco vacías. Al salir al balcón lo vemos, sentado sobre un pequeño taburete de madera observando simplemente las verdes montañas que se ven a lo lejos, creando la imagen perfecta entre el cielo y la tierra.

El aspecto de Kylan es desolador, parece que le haya caído medio siglo en tan solo un cuarto de hora, sus facciones se ven entristecidas y su mirada apagada. De un momento a otro me aclaro la voz para intentar llamar su atención y lo consigo, pero la respuesta no es precisamente la que esperaba.

- Sabía que eras tú, como también cuanto tiempo llevas ahí. Lo he notado porque solo tu hueles a menta y chocolate a la vez con un toque de colonia de manzana. La verdad es que es un olor bastante peculiar y extraño, eso hace que me guste mucho.

- Lo siento de veras, no pretendía herirte como tampoco sabía que estabas así. He sido tan egoísta que no he querido ver más allá. -por primera vez estoy llorando, lo hago por un sentimiento cálido que crece en la boca de mi estómago y la verdad es que jamás pensé que podría sentir eso por alguien que me ha ido matando en vida.

De pronto y de manera no predeterminada me coloco delante de él y le beso de forma suave sin pensar en las consecuencias que esto puede conllevar.

No soy tu problemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora