Una historia, una verdad

Capítulo 19

Todo era felicidad, hasta que...
—buenos días Nicklas
— buenos días Megh— respondió amablemente
— te traje el desayuno
— oh Megh, no tenías que hacerlo
—pero quería hacerlo
— te amo
— yo te amo más
Ambos desayunaron en la cama, compartiendo un momento tan feliz juntos.
—oye Nicklas...
— ¿si?
— ¿si pudieras viajar a cualquier parte del mundo, cuál sería?
—Canadá definitivamente
— perfecto
— ¿ por qué?
— curiosidad
— eso es bueno

                                .    .    .
Al día siguiente Meghan apareció en el cuarto de Nicklas, sigilosamente fue hasta la cama donde se encontraba él, dormido profundamente. Meghan sintió algo extraño en su cuerpo, algo desconocido para ella, al verlo ahí acostado con su cabello despeinado, sus ojos cerrados y tan cómodo comprendió que, en realidad la amaba y ella lo amaba también fue entonces cuando:
—despierta— dijo Megh susurrando amablemente en el oído de Nicklas.
Nicklas entre-abrió los ojos y vio una sombra borrosa
— ¡DESPIERTA, DESPIERTA!—Meghan dándole besos mientras Nicklas apenas podía abrir los ojos
—¡Megh!, Dios, ¿qué pasa?
— pues, nada solo que...
—¿qué?
—¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
Nicklas esbozó una hermosa sonrisa torcida tan humilde y sincera.
Se levantó de la cama, sujetó a Meghan de la cintura con una mano y con la otra sujetó su cabeza dejándola caer entre sus brazos
— eres la mejor persona en el mundo, no desearía tener a nadie más en el mundo, contigo es suficiente y hasta sobra; te amo— dijo. Palabras en el aire que aunque no lo parezca, significan demasiado.