Una historia, una verdad

Capítulo 11

Llegando al comedor Mike dijo:
—Wow, Megh, te ves...
—hermosa—dijo Nicklas
—gracias chicos, ustedes también se ven guapos
—gracias—dijo Mike
—¿empezamos?
—claro—dijeron ambos al unísono
Meghan se sentó en la mesa y Nicklas le sirvió
—Aquí tiene señorita—le dijo con una sonrisa
—gracias, ¿te ayudo?
—está bien
—ok
—bueno—dijo Mike—hagamos un brindis, por nosotros y Mely que ahora está en el cielo
—salud—dijo Nicklas
—salud
—salud
A las 12:00 am gritaron FELIZ AÑO NUEVO e hicieron un brindis, junto con sus 12 uvas
Después de la cena comenzaron a recoger todo y cuando acabaron Mike dijo:
—ya no aguanto, me voy a dormir
—bueno, descansa—dijo Meghan
—buenas noches—dijo Nicklas

Mike se fue a dormir y Nicklas y Meghan fueron a pasear al campus
—y, ¿como sigues?—le preguntó Meghan
—pues, sigo pensando en ella pero ya no me afecta mucho.
—bueno, lo siento
—está bien—dijo y luego volteó hacia Meghan con cara seria—Megh...
—¿si?
—te quiero preguntar algo
—dime
—este. Em...
—dime
—¿Te gustan las flores?
—si, ¿por?
—bueno esto te encantará
Nicklas la jaló suavemente del brazo y la lleva al norte de la escuela
—tápate los ojos
—ok
Meghan se tapa los ojos y Nicklas le pasa las manos sobre su cintura
Llegan a un campo lleno de flores de varios colores y tipos
Meghan se queda sin palabras
—¡Dios!
—¿te gusta?
—¡me encanta!
—eso pretendía
Ambos se acostaron en aquel campo y empezaron a ver las nubes oscuras.
—este lugar nunca se lo había enseñado a nadie
—entonces soy la primera
—exacto
—¿por qué?
—no lo sé, simplemente me gusta estar aquí solo y pensar. Aparte, eres muy especial para mí.
—gracias, eso es genial
—¿qué?
—pensar
—si
Ahí se quedaron mientras veían la luna.
—sabes, me encanta estar contigo y compartir estos momentos juntos—dijo Meghan con una sonrisa dibujada en la cara
—es justo lo que te iba a decir—dijo Nicklas mientras la volteaba a ver
Sé quedaron viendo mutuamente hasta que Nicklas le dijo
—ven
—¿a donde?
—ya hay que pararnos
—¿para que?
—mira
—¿que?
—la luna
—es hermosa
—igual que tú
Meghan empezó a sonreír
—¿tus pestañas son postizas?—dijo Nicklas viéndola a los ojos
—no, ¿por?
—a ver
Meghan emocionada no sabía qué hacer así que cerró los ojos
Nicklas la besó
—¿por qué fue eso?
—me gustas
—oh
—sabía que no debía hacerlo—Nicklas se volteó mientras Meghan lo paraba
—no, está bien
—¿en serio?
—si, tú me gustas desde que te vi en la primera clase que me dijiste "buen libro"
—genial porque hace tiempo que ya no resistía
—igualmente
Se volvieron a besar bajo la luz tenue de la luna.
Amor mutuo.