Podría escribirle mil sonrisas a tu cara
Podría rescatar cada lágrima en tus llantos
Podría jurar ser el guardián en esa almohada
Esa almohada que recubre tus encantos
Mis mejores y peores versos te pertenecen
Tu vida y la mía son un juego de ajedrez
Un juego de ajedrez en el que se fallece
En el cual uno de los dos deberá perder
Y ahora que me siento vacío
Recuerdo lo que se sentía estar solo y frío
Y es que no te encuentro si te busco
Te tengo al frente y no te veo
No hay mejor gusto que el sabor de tus labios
Los únicos que cumplieron mis deseos
Que cumplieron mis deseos
