El timbre del colegio acababa de sonar y la mayoría de los estudiantes comenzaban a volver a sus clases, claro que no todos, yo no tenía ganas de volver todavía y me detuve guardando mis cosas en mi casillero, en ese entonces mi casillero quedaba muy cerca de la oficina del director, de repente vi como la puerta se abría, supuse que el director me vería y de seguro me castigaria por no estar en camino a clases, lo único que se me ocurrió fue esconderme detrás de los casilleros esperando no ser visto, senti la puerta abrirce y asome mis ojos por detras de la los casilleros, la curiosidad se hizo presente, el director cruzó la puerta de su oficina, pero no fue el único en salir, dos personas más lo acompañaban. Un padre y su hijo, se notaba claramente que eran padre e hijo, el señor tenía a su hijo al lado y el chico tenía una actitud de molestia de estar ahí. Apenas ese chico cruzó la puerta sentí como mi corazón se detuvo, el hijo de aquel señor era realmente hermoso, tenía el cabello cafe claro con rulos en él, sus ojos de eran como de un color verde esmeralda, su nariz era recta y perfilada, era de piel blanca, tenía una estatura promedio para un chico de su edad, tendría entre 14 y 15 años, no podía tener más que eso. En cuanto al chico en si era perfecto, al menos para mí, simplemente no podía dejar de mirarlo, me llamaba demasiado la atención como para dejar de hacerlo, ese chico al cual nisiquiera sabia su nombre me estaba dejando helado con su sola presencia en el lugar, sentí mi pecho punzar cuando el director giró la cabeza, yo había movida mi vista y ahora me escondía detrás de los casilleros, esperando no ser encontrado, estoy seguro de que no me vio porque si lo hubiera hecho hubiera gritado mi nombre y hubiese pasado la peor consecuencia de mi vida frente a ese chico que con sólo observarlo me había dejado helado, y eso era algo que realmente no quería. Y sin previo aviso comenzaron a hablar sin saber que yo los podía escuchar.
-Bueno Harry, puedes comenzar cuando quieras.- dijo el director, así que ese era su nombre, al menos conocía algo de él.
-Muchas gracias, escuchaste hijo, así que prefieres comenzar hoy, mañana o quizás...
-Comienzo hoy.- respondió aquel chico de manera cortante a su padre, pero al parecio no molestarle. -Debe haber cosas muy buenas en este colegio. - volvió a decir con un tono de voz osado, como si quisiera insunuar algo.
Por algún motivo cuando aquel chico habló mi corazón latio más rápido de lo normal, mi respiración se aceleró, tenía una voz algo dulce pero con un toque ronco, muy diferente a mi voz que es demasiado fina, como si fuera de mujer, odio eso, algunas personas aprovechan ese tema para burlarse, como si ya no tuvieran demasiados temas sobre mi para hacerme sentir menos que ellos. Eso era otro asunto nisiquiera tenía porque pensarlo, volví a ver lo que hablaban.
-Entonces bienvenido, esperame un momento, iré a ver tu horario para dartelo. -dicho esto el director entró a su oficina, dejando a aquel chico con su padre.
-Bien Harry espero que en este colegio te comportes, y no llames la atención- Dijo el señor cuando se encontraron solos.
-Tranquilo padre, me comportare bien...-Dijo en un tono de voz sarcástico, era obvio que se estaba burlando.
Antes de que alguien pudiera decir algo más el director salió de su oficina de nuevo -Ten Harry es tu horario de clase, ya puedes comenzar. Ahora tengo que irme a una clase, hasta pronto.
-Gracias Mr. Chad y adiós Harry nos veremos luego- Y así el señor se fue dejando a su hijo sólo en su ahora actual colegio.
Escuché un suspiro de resignación y pasos hacía el lado contrario de donde me encontraba yo, volví a asomar mi vista y me di cuenta de que aquel chico al que observaba ya no se encontraba ahí, por un momento me decepcione y luego de me di cuenta de lo estúpido que me debía ver en esa situación, escondido como detrás de los casilleros con miedo a ser descubierto mirando a un chico lindo, como si fuera una porrista enamorada, la idea me hizo reir, pues realmente era lo que parecía, di un suspiro y me mordi inconscientemente un labio, tenía que admitirlo ese chico me había fascinado, no podría decir que me gustaba porque nisiquiera sabia su apellido, mucho menos estar enamorado, eso es estúpido, aunque existe el amor a primera vista, ay callate Louis! .Eres un imbécil, deja de pensar tonterías y vuelve a clases antes de que tu castigo sea peor. Me paré y me fui caminando hacia mi salón, no sin antes dar una vuelta con mi cabeza hacía atrás mirando el lugar por donde se había ido aquel chico, no se porque pero algo me decía que lo volvería a ver.