Tú...

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-BaekHyun...

El pequeño chico se gira y me mira sonriendo. Dios, hasta su sonrisa es perfecta. La manera en que esta llega a sus ojos me hacen sentir unas ganas tremendas de abrazarlo como a un peluche.

-Oh, ChanYeol... cuanto tiempo, no?- Dice irónico y yo sonrío.

-Sí, seguro... oye, qué haces tú por aquí?- Interrogo y el disminuye su sonrisa.
Noto como sus ojos se opacan y siento unas ansias terribles de retroceder en el tiempo para no haber recitado esas palabras, pero el nota mi consternación y niega con la cabeza.

-Te estaba esperando... sabía que pasarías por aquí tarde o temprano.

Le miro sin comprender durante unos segundos, hasta que vienen a mí los recuerdos de la representación llevada a cabo en mi salón, y asiento con la cabeza.

-Comprendo...

-Estás listo?- Coge mi mano y espera mi respuesta con un atisbo de preocupación en sus hermosos ojos negros.

-Lo estoy- El baja la cabeza y murmura inaudiblemente.

Acto seguido, se queda en silencio y noto como las propias personas dejan de moverse paulatinamente, como si de un reloj al que ya le ha llegado la hora se tratase.

Hace frío,  tanto o más que la última vez, pero debo aguantar.

Esta vez debo aguantar sin derrumbarme, debo ser fuerte y asimilar todo lo que vea de ahora en adelante.

-Channie, dime... Qué te apetece comer hoy? Yo lo haré para ti.-De nuevo, una réplica exacta de BaekHyun aparece en escena. Lleva ropas de invierno. Un gorro de lana y una bufandas, ambos de color blanco, adornan su cabeza y su níveo cuello, protegiéndole del frío. Lleva un grueso abrigo de color gris que le va un poco grande, sabiendo eso porque las mangas cubren el principio de sus dedos con facilidad, y unos vaqueros negros un tanto ceñidos. Sus botas, llenas de nieve, chirrían en contacto con el suelo.

El otro personaje va un poco menos abrigado, y un tanto más encolerizado.
Sus manos están descubiertas dejando ver rojeces en los dedos. Lleva una chaqueta de cuero negra encima de un suéter color carmesí y unos viejos pantalones usados.

Su calzado, unas viejas zapatillas de deporte, dejan ver parte de sus mojados calcetines ya maltrechos de tanto uso.

-No me apetece nada- Suelta el más alto con rabia, sin mirar al pequeño, lo cuál crea que al último se le llenen de lágrimas sus pequeños ojitos.

-Channie, debes comer algo, últimamente no pruebas bocado... y me estás preocupando muchísimo.

-Da igual ya comeré después, cuando me entre el hambre.

-Pero Channie...

-HE DICHO QUE YA COMERÉ DESPUÉS JODER, NO PUEDES DEJARME TRANQUILO TAN SOLO UN MALDITO DÍA? ACASO TIENES QUE ESTAR TODO EL PUTO RATO DETRÁS MÍA O QUÉ?- Estalla el grande, provocando sollozos por parte del otro BaekHyun. El real, por su parte,  respira hondo y se obliga a calmarse, cuidando que ninguna traicionera lágrima se escape de sus orbes color azabache .- ME VOY, TE VERÉ EN CASA.

Y de nuevo, BaekHyun se queda solo, hundido en su miseria, siendo atacado por su propia mente y sus pensamientos suicidas.

La temperatura ambiente empieza a subir poco a poco, y yo miro al ente a mi lado, que se ha deshecho en lágrimas en el último cuarto de la representación.

Y mientras miro sus penas fluir, una cuestión aflora en en un recóndito rincón de mi mente.

Seco la humedad en el rostro del pequeño hombre y respiro hondo.

-BaekHyun... yo... realmente no volví a casa... verdad?

El niega con la cabeza y deja escapar un par de lágrimas más mientras se deja abrazar por mí y apoya su cabeza en mi pecho.

-No... por aquél entonces yo y sabía que tenías un amante, pero... siempre guardé la esperanza de que terminaras eligiéndome a mí en vez de a él.

Asiento cabizbajo mientras razono sobre mi anterior comportamiento y cierro los ojos con fuerza.

-Puedo... saber cómo se llamaba?

Él asiente con la cabeza y suspira, mira hacia un lado, dispuesto ha responder a mi pregunta con claro dolor mal enmascarado.

-Se llamaba KyungSoo.

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Holiii ya estoy de vuelta.

Siento no haber actualizado antes, pero no me encontraba bien y no era capaz de concentrarme en absolutamente nada.

Mil perdones por eso.
Pero he actualizado a las cuatro de la mañana (insomnio, vaia kk), merezco un premio.

Alguien que me dé un Nestea?
No? Nadie?

Bueno, mejor me voy despidiendo.

Kokoros con sabor a Kimchi.
Atte: Kimchiramen.

  

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