Tercera terapia.

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-Señor Park... de momento solo puedo decirle que descanse, preferiblemente en su casa... esas alucinaciones pueden darse debido a la acumulación de estrés.
Relájese y absténganse de usar aparatos electrónicos.- Suspira la cansada voz al otro lado de la línea.

-Muchas gracias señor Kang, es usted de mucha ayuda.

-Si la voz sigue llamándolo no dude en pasarse por mi consulta. Estaré encantado de hacerle un hueco.

-Lo tendré en cuenta, buenas noches.

-Buenas noches señor Park.- Y la llamada finaliza.

Respiro hondo, debo calmarme y relajarme de una vez.

Llego al mugriento portal y abro la metálica puerta que bloquea el acceso al interior.

Después de dos minutos de traqueteos del ascensor llego a casa, la cual está un poco revuelta por lo acontecido.

Hay unos pocos papeles tirados por el suelo y las ventanas están abiertas.
Las cortinas danzan levemente acariciando el sucio suelo granito lleno de polvo.

Una sombra aparece, y sustituye el aire tibio por uno más frío, que toma posesión de mi calor corporal.

-Bienvenido a casa cariño.- Me sonríe, haciendo brillar su alrededor y se acerca a mí para tomarme la mano.

-BaekHyun? Qué haces aquí?-Digo frunciendo el ceño- Es esto una pista?

Él asiente con la cabeza y me acaricia los dígitos con suavidad.

-Estás preparado ChanYeol?- Me mira a los ojos esperando una respuesta y yo asiento.

El pequeño chico aprieta más la mano y dos sombras más aparecen frente a nosotros. Ambas tienen los ojos rojos, aunque por distinta causas.

La sombra más pequeña se deja caer en el sofá, llevándose las manos a la cara mientras la más alta, idéntica a mí, le grita, buscando algo desesperadamente.
Como si dependiese de ello.

-Channie, no lo hagas por favor.- Dice sollozando la copia del pequeño chico que me acompaña en silencio. -Me lo prometiste, me prometiste que no harías de nuevo.

La sombra, que estaba de espaldas, se vuelve entonces sobre el chico y yo me obligo a girar la cara, porque sé lo que viene a continuación.

El sonido de una para nada limpia se estrella contra las manchadas paredes del apartamento.

Miro a la pequeña figura a mi lado, que cada vez va perdiendo más y más brillo y sus ojos me observan con dolor.
Una cicatriz que no curó.

Vuelvo mi atención al cuerpo que yace en el suelo lleno de marcas. Todavía respira. Ya no llora, no creo que tenga fuerzas suficientes para hacerlo.

Su acompañante agarra una pequeña bolsa blanca y castiga la puerta endeble que lo separa del exterior, que está cerrada a cal y canto.

-Siempre, siempre jodiéndome los planes.- Golpea la puerta repetidas veces, haciéndole una abolladura considerable hasta que logra abrirla y da un portazo, abandonando al pequeño chico malherido a su suerte.

Corro a ayudarle, pero en cuanto le toco se desvanece entre mis dedos, como si fuese un diente de león soplado por un niño.

Miro con asombro como los pequeños trozos de lo que antes fue el magullado joven se reagrupan en un pequeño haz de luz y éste regresa al pecho de mi visita.

BaekHyun parpadea un par de veces, acostumbrándose y se toca los pectorales, asintiendo.

-BaekHyun...lo siento- Veo como comienza a desvanecerse también y corro hacia él para evitar que se vaya. Agarro sus brazos, todavía tangibles y los aprieto, intentando acercarlo a mí,  sin éxito alguno.- Lo siento tanto...

Él pone sus manos en mis hombros y me sonríe antes de desaparecer, llevándose consigo el frío ambiente que me rodeaba hace unos instantes.

Me dejo caer en el suelo, ahora limpio y dejo a mis lágrimas conocer mundo mientras yo me dedico a autodestruirme.

Cómo pude hacerle eso?
Cómo pudo él soportarme?

Necesito escapar de aquí, esto me está asfixiando.

Miro el salón, el cuál está inmaculadamente limpio y siento repulsión. Ganas de destrozar algo y herirme en el proceso.

Necesito huir.

En serio fui tan despiadado cono para no compadecerme tan siquiera de la persona que amaba? Tanto como violentarme con él y salir ileso?

Un brillo repentino ciega mis ojos.
Busco de donde proviene y cojo al causante.
Una pequeña fotografía.

Por lo visto, solo es una de tantas máscaras.

Acaricio la suave embarcación de metal y acaricio el cristal, como si con ello pudiese meterme en esa situación.

Es como un soplo de aire fresco en verano.
Los dos, juntos, en la plaza principal, sentados en el borde de la fuente, comiendo helado y sonriendo.
Mi yo abrazaba al pequeño de forma tierna y él me miraba con sus pequeños ojos, embelesado.

Joder, joder, joder.

Tiro la fotografía al suelo, seguida por múltiples objetos; desde libros hasta vajillas enteras, de las cuales saltan pequeños amigos que alivian mi dolor emocional mientras aumentan el físico.

Destrozo inertes posesiones hasta que me siento demasiado cansado para moverme, lo cual me viene bien, porque no me siento con ánimo suficiente como para hacer nada.

Y dejo que mi mente me absorba.

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Holiiis, estoy de vuelta.

Como sabéis los que leéis "Mi Perdición", prometí actualizar antes debido a que ayer subí capítulo allí para celebrar que sacaron Lotto y que llegué al 1K.

BaekHyun y su lipstick chateau asdfhjklajskdjdkd

Espero que os esté gustando el rumbo que toma la historia.

Kokoros con sabor a kimchi.
Atte: Kimchiramen.


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