Lo que el corazón demande.

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Viajar es uno de mis más grandes amores... Uno nunca vuelve igual después de realizarlo.
Eso paso en mi último viaje de estudios. Estábamos todos emocionados y ansiosos, once días de nieve con amigos y fiestas, sería único!
Llego el día... Muchas valijas, padres con recomendaciones y nosotros eufóricos. Subimos al micro y... Lo sentí! Algo íba a cambiar.

*****

Termino el viaje y ya volvimos en el micro... Todos tristes por volver a la rutina, habiá sido único sin duda, pero no lo había disfrutado como quería... Todo por mi desgraciado corazón... Esta ensañado con sentir por quien no debe... Un flash me saco de mis pensamientos, cuando volví a enfocar la vista lo vi a Lucas bajando la cámara. Bárbaro! Mis mejillas se volvieron fuego de vergüenza al imaginar como habría salido en aquella foto y más por saber que el la tenía en su poder... Se ríe de mi mientras se acerca para sentarse a mi lado, me rodea con su brazo y susurra a mi oído: "tranquila Naty que no siempre es igual pero si que sales hermosa en las fotos... " y vuelve  a mirarme sonriente. ¿Que nós pasaba? ¿Por qué esa sonrisa tan conocida hoy se volvia tan nueva? Era anormal para mi que su brazo, tantas otras veces en mis hombros como ahora, en ese simple gesto me hiciera sentir una electricidad que bajaba por mi cuerpo... ¡NO! No me puede pasar esto, ignoraría todo lo que me sucedía por dentro al estar con mi amigo, eso es, ¡solo amigo!

*****

El viaje había sido tranquilo, me dormí la mayoría del camino. Ahora estaba en casa, comíamos unos chocolates que traje para compartir y mostraba un CD lleno de fotos y, ahí estaba, cada vez que aparecía una imagen de Lucas mi corazón se aceleraba. Iba a ser difícil pero lograría ignorar esas cosas...
Mi celular sonó y...
"Mi Naty, creó que tengo algo que es tuyo, mañana paso por tí de camino a la escuela para devolvértelo, hasta mañana <3"
¿Como es que Lucas tenía algo mio? Y lo más preocupante: tendría que caminar 15 cuadras con él a solas... Lo superaría, eramos amigos y no quería que cambiara...

*****

Me desperté dos horas antes de que Lucas pasara. Eramos amigos pero eso no significa que no pueda arreglarme, siempre fui prolija en mi aspecto. No era nada malo dedicarse tiempo s una misma...

*****

Habíamos caminado una cuadra ya en silencio, se freno y me sujeto por el brazo para que frenara con el, y ahí estaba otra vez esa electricidad entre nosotros. Me miro a los ojos y una leve sonrisa se asomó en sus labios, perfectos y dueños de mis pensamientos en estos últimos días...

-Antes de darte esto -tenia un sobre en su mano -Debo decirte que cada día que pasa me sorprende que logres ser de alguna manera más hermosa que ayer... Es una linda sorpresa... No se como antes no lo vi... -Hablaba pausado y ya no miraba a mis ojos si no a sus pies, tenía vergüenza y verlo así, nervioso frente a mi me lleno de ternura y valentía para contestarle.

-Gr-gracias... -Al parecer no tanta valentia. Ahora yo también miraba mis zapatos, si alguien nós observaba a la distancia podría compararnos con unos niños...

-Esto es para tí -Extendia el sobre hacia mi y ya me miraba otra vez con esos ojos tan oscuros y tan brillantes... Ardían en los míos -Con esto entenderás porque estoy aquí, pero también tendrás dudas, lo sé y te responderé todo...

Lo seguía mirando sin entender... Abrí el sobre y ahí estaban... Una decena de fotos donde se me podía ver riendo, pensando, caminando... Fotos del momento, todas del viaje... ¿Como no me di cuenta? ¿Qué es lo que debería entender con eso? Pero levante la vista y al encontrar sus ojos me di cuenta, ahí fue cuando lo entendí...

-Desde que subí a ese micro lo supe, tenía que cuidarte, protegerte, estar cerca tuyo, fue algo que demando el momento, el corazón, y cuando a uno le habla el corazón debe escuchar y obedecer... Siempre fuiste mi Naty, mi amiga chiquita, pero... no se bien como explicarlo, algo cambio y esa amistad para mis sentimientos ya no es suficiente... -Dio dos pasos de tal manera que quedamos mucho más cerca, podía sentir su perfume tan varonil... Me derretía todo lo que sucedía. Alegría, miedo e intriga se mezclaban en mi... El sentía por mi lo que yo por él... ¿Que haríamos ahora? -No estoy seguro aun -me respondió como si leyera mi mente, mi cara debería delatarme -No lo sé, pero no voy a ignorar esto...

Y el tiempo se paro, sus manos rodearon mi cintura y me acercaron más a él... Nuestras miradas seguían unidas, la mía tan confundida y la suya tan segura. Mi corazón latía al doble, triple de velocidad normal... Y me deje perdida en sus brazos al sentir su aliento mentolado unirse con el mio... Los labios tan cerca reclamándose.

-Quiero besarte Naty...

Y esta vez, si con valentía otorgada por esa corta pero importante oración, me deje llevar... Negué que otra palabra saliera de su boca con un beso... Al principio tan desmesurado por las ganas acumuladas tras la intención de ignorar eso... Y luego suave, dulce e imponente... Nunca había sentido tanto en tan pocos segundos, o minutos... Ya no sabia que pasaba a su alrededor, solo sabia que había encontrado amor en su amigo y no volvería a pensar jamas que ignorarlo era la mejor opción...

Sin dudas hoy podía decir que los viajes cambian la vida, a las personas mejor dicho, aveces para bien, otras para mal. Lo importante era saber escuchar lo que demandaba el momento.

Creó yo que lo que ocurre es que cuando uno viaja se siente libre, y todo en uno se libera, se abre a cambios, los espera ansioso... Hay
que entender lo que esos cambios traen, hay que aceptarlos por más que nos parezcan errados... El corazón es quien los dicta y él nunca se equivoca, aunque nós este susurrando correr y estamparnos de lleno contra un árbol hay que saber leer más allá, buscar la enseñanza que deja, lo que esconde detrás del miedo o dolor...

Sean libres, más allá de en un viaje y siempre escuchen lo que demanda el corazón. Vivan sin miedo a los cambios... Gozen!

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